Capítulo 26

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Despierto en medio de la noche. Tengo frío. Me vuelvo en sentido contrario al que estoy para abrazar a Seiya y me de calor. Ya no está.

Su espacio está tibio aún. No hace mucho se ha marchado.

Me incorporo en mi lugar y busco en la mesita de noche mi celular. Son las 3:00 a.m., lo dejo nuevamente en su sitio y me acomodo nuevamente en la cama. Suspiro. Ojalá un día no muy lejano, se pueda quedar dormido conmigo toda la noche.

Abrazo la almohada que tiene su olor y vuelvo a caer rendida.

~~

La alarma me despierta. Me levanto con un sobresalto. ¡Mina!
Olvidé por completo cambiar la alarma para levantarme más temprano e ir a donde mi amiga. ¡Maldición!

Tomo el celular y le mando un mensaje.

Perdón Mina me quedé dormida. Paso por ti en media hora y de camino al trabajo cómpranos lo que necesitamos. Te quiero. Besos.

Su respuesta es inmediata.

No te preocupes Sere. Ayer con tanto nervio pedí lo necesario a la farmacia. Te espero.

Me imagino cómo se debe de sentir.

Dejo los pensamientos de mi rubia amiga y de un salto, salgo disparada hasta la regadera.

Después de un rápido baño, salgo a buscar qué ponerme. Frente al espejo, noto la huella que dejaron sus labios en mi cuello. La acaricio.
De entre mis accesorios tomo una pañoleta y la enredo al rededor. ¡Eso bastará!

Una vez que estoy lista, salgo rápidamente en busca de mi amiga.

Al llegar a su dirección le marco a su número para avísale que estoy fuera.
A los pocos minutos sale y puedo notar su palidez. Camina hasta mi auto y sube. No sonríe.

- ¿Estás bien? - me tiene conmocionada la pobre. Obviamente es algo que no se esperaba. Sinceramente yo no sé qué haría si algo así me sucediera...

- No Sere, no estoy bien. Me muero de nervios. - se queja tristemente. Al mirarme, noto como dos sombras han aparecido debajo de sus bellos ojos azules.

- Bien, entonces, salgamos de dudas. - piso el acelerador. Necesitamos rápidamente llegar a un baño para que se haga la prueba.

Nos bajamos del auto y la tomo de la mano. La pobre está fría y sudando.
Miro en su dirección y le sonrío para infundirle calma, lo cual parece que logr, pues exhala despacio el aire que parece a estado conteniendo.

Los dos minutos en el elevador fueron eternos. Tomadas de la mano córremos hasta el baño, una vez que hemos salido de la caja metálica, abre la puerta de uno de los sanitarios y entra cerrando tras de sí.
Después de que entro yo, cierro con seguro la puerta de la entrada, para no ser interrumpidas.

Unos pocos minutos después, Mina sale con la prueba en la mano. Está asustada, puedo notarlo. Cierra los ojos y me entrega el dispositivo.

Inhalo y exhalo. Lo tomo. Mina me da la espalda y se abraza a sí misma. Bajo la vista hasta el artículo que está en mi mano y veo dos líneas rojas. Positivo.

- ¡Habla Serena! - menciona impaciente.

De cualquier manera que se lo diga el resultado será el mismo. Así que mejor tomar al toro por los cuernos.

- Estás embarazada... - al cabo de mis palabras, gira sobre sus talones. Sus enormes ojos azules me miran con lágrimas retenidas.

Le muestro la prueba. Solloza y sus lágrimas caen.

Enamorada de mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora