Capítulo 39

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El evento con Rei quedó atrás en poco tiempo, o al menos me aferraba a esa idea, aunque los días subsecuentes fueron un infierno para mí. Aunado al hecho de que no podía hablar, estaba el dolor en el cuello y garganta, que era insoportable. Sentía que el medicamento no funcionaba y eso me ponía de muy mal humor. El blanco de mis ojos se había vuelto rojo por la presión que había ejercido Rei en mi cuello y tan solo verme al espejo me ponía peor.

Las chicas muy amablemente me preparaban sólo alimentos líquidos, pero mi hijo y yo moríamos de hambre, y olvidémonos de las vitaminas que tenía que consumir. Un día intenté tragarlas y no pude, hice un berrinche totalmente exagerado, lo acepto, pero para ese momento ya no me aguantaba ni yo misma. Ya había pasado una semana y yo seguía sin poder decir palabra.
Maldecía al doctor.

Además estaba el hecho de que el juicio en contra de Rei iniciaría pronto, eso me tenía también los nervios crispados. ¡Maldita Rei! ¡Maldita Kakyu!

- Mi amor, sé que te sientes mal, pero debes poner de tu parte. - un Seiya compresivo me hablaba mientras yo daba golpes en la cama sumamente molesta.

Montada en fiera tomé la libreta que ahora era mi único medio de comunicación para decirle lo que quería.

¿Crees que no estoy poniendo de mi parte?

Le mostré la libreta golpeando con la pluma.

- Ya ha pasado una semana y ya deberías estar hablando, el doctor dijo que en un par de días ya habría pasado la inflamación y podrías hacerlo... - se sentó a mi lado y me abrazó. Le quité el brazo molesta y me puse de pie. Escribí nuevamente.

¡Tú crees que yo no quiero hablar! Estoy harta de tener que escribir todo...

Le lancé la libreta en la cama.

- Visitemos a otro médico entonces, una segunda opinión... - suspiró pesadamente tratando de ser comprensivo conmigo.

Moví mi cabeza de arriba a abajo efusivamente. Ya estaba cansada.

~~

Al día siguiente muy temprano, Seiya y yo volvimos a la cuidad para acudir con otro doctor.

- Después de revisarla noto sus cuerdas vocales en perfecto estado.

¿Cómo? ¿Entonces qué demonios me pasa?

- ¿Dice que ya todo está bien? - Nuestras miradas se cruzaron. Estaba igual de sorprendido que yo.

- Así es. - confirmó el doctor - Todo se ha desinflamado como debe. Deberá sentir un poco de dolor aún por el daño ocasionado, pero ya debería poder hablar.

Enfurecidas di un golpe a la mesa. La mirada del doctor se cruzó con la mía. Si las miradas mataran él ya estuviera muerto, pero el hombre ni se inmutó. Desesperada tomé mi libreta y comencé a escribir.

Entonces, porqué demonios aún no puedo hablar!!!!!!!

Le entregué la libreta y leyó.

- Mas que un problema físico, pienso que debe tener uno emocional... - su respuesta tajante me molestó a un más. Me puse de pie para irme de ese lugar. Sentía que se burlaba de mí y eso me cabreaba de sobre manera. Seiya tomó la mano para detenerme.

- Espera amor... - dijo en tono de súplica.

- No se moleste señora, como ya lo dije, el problema ya no es físico. Temo que debería de ir a terapia. Pienso que el shock emocional que sufrió es lo que le impide hablar.

Lo medité por un segundo, tal vez tenía razón. La verdad era que no me sentía bien, estaba muy conmocionada aún. No lo había expresado, pero no me sentía segura en la casa, cada que salía del baño temía que se volviera a repetir la misma escena. Por las noches me despertaba asustada y me quedaba todo lo que restaba de la noche despierta, ya no podía conciliar el sueño. Por fortuna Seiya no se había dado cuenta de eso, pero me sentía molesta porque no me notara. Estaba enojada con Rei por haber irrumpido así en la casa y por querer casi matarme. Estaba enojada con Kakyu por vivir feliz de la vida mientras yo tenía que lidiar con un trauma de esa índole. Estaba enojada con Yaten por haber sido tan tonto, como para haber dejado pasar a Rei a la casa. Estaba enojada con Seiya por haberme enamorado de él y como consecuencia tener que pasar por todo esto, sí, esa era la realidad. Estaba traumatizada y enojada.

Enamorada de mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora