Enamorada de mi Jefe

Capítulo 31

Desde esa reunión improvisada con Andrew nos hemos visto más seguido, hemos salido varías veces a comer y alguna otras al cine.
Afortunadamente nunca ha mencionada nada de nosotros, ni de él.

Todo parece tomar forma en mi vida y eso me da un poco de calma.

- Serena, buenos días. - el Licenciado Dárien me saluda muy contento al entrar a la oficina.

- Licenciado buenos días. - lo saludo cordialmente.

- Hoy tendremos mucho trabajo, empezando por la audiencia de las diez...

- Sí Señor, ya le tengo todo listo. - le extiendo unos folders y él los recibe.

- Me gustaría que asistieras tú a la audiencia... - me devuelve lo que le entregué. Lo observo como que no entiendo lo que me quiere decir.

- Por supuesto que lo acompaño señor.

-No Serena, lo que quiero decir es que tú representes a nuestro cliente... - me quedo bloqueada ¿Qué acaba de decir? - debes ir tomando tu lugar como nueva asociada.

La mandíbula se me cae al piso.

- ¿Quiere decir que... ? - no acabó la pregunta. No tengo palabras.

- Así es... - sonríe felizmente - tú Serena, serás nombrada como asociada en el evento de la siguiente semana...

¡no, no, no! eso no puede ser posible ¿enserio estoy escuchando bien?

- ¿Me lo está diciendo en serio? - mi jefe asiente y yo, en un impulso, corro a abrazarlo.

Dos segundos después me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Me alejo rápidamente.

- Discúlpeme... - le digo apenada. Siento como mis mejillas se han puesto rojas, por lo que bajo la mirada.

- No tienes porqué disculparte. - me toma levemente del brazo y yo levanto la vista para chocar con la suya. - Sigue sonriendo pero esta vez con más entusiasmo - Y volviendo al nombramiento... te lo mereces, has trabajo muy duro durante todo este tiempo. - Hasta entonces me suelta de su agarre y yo me muevo un paso  atrás disimuladamente. No quiero incomodarlo, pero no me apetece tanta cercanía.

- Gracias Señor. - Le digo sinceramente.

- Bueno... - mira su reloj - se te va a hacer tarde si seguimos aquí platicando.

- Es verdad, entonces me voy. - comienzo a guardar mis cosas en el maletín.

- No me defraudes... - dice serio.

- Claro que no señor. - le aseguro con una sonrisa.

Salgo a toda prisa de la oficina, pero antes de irme voy hasta donde sé que estará Mina. Tengo que contarle la buena nueva.

- Amiga... - la sorprendo dándole un mordisco a una dona. Últimamente come mucho. Me da mucha gracia.

- Sedenaaa... - trata de pasar el bocado. - No me asustes así o le harás daño a mi bebé. - chilla y se soba la pancita que ya se nota.

Me rio a carcajadas por el bigote de chocolate que lleva en los labios. Tomo una servilleta y la comienzo a limpiar.

- Perdóname - sigo riéndome y ella se queja - te juro que no te vuelvo a asustar, pero te tengo una noticia que tenía que darte cuanto antes... - La sostengo de las manos y doy de brinquitos.

- ¿Qué noticia? - brinca igual que yo sin saber el porqué.

Me acerco a su oído para que nadie nos escuche.

- El jefe me dijo que me va a hacer socia del bufete. - susurro.

Se aleja de mí y me mira con los ojos azules bien abiertos, brillan.