INTRAESCOLAR II (Under The Dome)

Capítulo 4: "Creyente" Parte 2.

Julio y Michel caminaban velozmente bajo la lluvia roja.

Un largo trozo de plástico les cubría las cabezas como si se tratase de un paraguas.

-Confía en mí -pedía la chica-. Estoy segura que esto puede hacer que la lluvia sea natural.

El club de ciencias estaba cerca.

Una figura salió de la nada y empujó a Julio tomándolo por sorpresa. El chico se tambaleó y cayó al suelo soltando el plástico protector. En cuanto sus manos tocaron los charcos en el suelo, una profunda sensación de ardor le recorrió las palmas.

La figura traía puesto un impermeable y podía moverse con más libertad. Michel intentó agacharse para levantar a Julio mientras el plástico se tambaleaba sobre ella. El atacante tomó a Michel del brazo y la jaló con fuerza. La chica tuvo que sostener el plástico para que no cayera al suelo. Y así fue llevada a la fuerza, dejando a Julio en medio de la peligrosa lluvia.

Él se levantó y corrió de regreso al comedor. La lluvia calaba cada vez que lo tocaba en la piel descubierta. Resbaló y cayó de bruces si poder mantener el equilibrio. De nuevo estaba en el suelo y esta vez ya no tenía la fuerza para levantarse.

-¡Ayuda! -gritó con fuerza sintiendo que ardía en medio de las llamas.

*

-Alguien grita -escuchó Silvia en la puerta del comedor-. Alguien está afuera en medio de la lluvia.

-Iré por él -dijo César buscando algo para cubrirse el cuerpo.

-Te acompañaré.

-Ni de broma -detuvo César a Silvia-. Entre menos personas salgan es mejor.

-No te estoy preguntando -reclamó la chica-. Además es probable que necesites cargar a la persona y no podrás sostener la charola.

César había tomado una gran charola redonda que utilizaban en el comedor para servir los postres.

-No hay tiempo que perder-. Silvia tomó el protector y se preparó.

Ambos salieron.

*

-¡Ahí! -señaló César a un cuerpo echo ovillo en el suelo.

-¡Es Julio! -descubrió Silvia-. ¡Llevémoslo dentro!

César lo tomó en brazos y Silvia sostuvo la charola en una posición que cubriera a los tres. Se quemó un poco las manos mientras lo hacía.

Entraron a tropezones en el comedor y César dejó a Julio sobre la mesa más cercana. El líder de la Guardia estaba poco consiente y casi toda su piel sangraba.

-¡Necesita ayuda médica! -gritó Silvia. Todos los alumnos en el comedor observaban consternados.

Alondra Friesen escuchó y les llevó un par de trapos húmedos y alcohol.

-Es todo lo que tengo aquí -dijo asustada.

Silvia y César los tomaron y comenzaron a sanar su piel.

-¿Qué fue lo que pasó? -cuestionó Silvia- ¿Dónde está Michel?

Todos habían visto salir a Julio y Michel con rumbo al club de ciencias.

Julio parecía a punto de quedar inconsciente.

-Deneb -susurró-. Fue Deneb.

*

Michel cayó al suelo cuando su atacante la empujó. Estaban en un salón del edificio 2.

Deneb se quitó el abrigo impermeable y miró amenazadoramente a Michel.