Rabadán estiró su mano y jaló a Silvia a través del almacén de escobas. El cuarto central del pozo las recibió con silencio.
Silvia tenía los ojos rojos de tanto llorar, la perdida de Mario la hizo entrar en un estado de letargo.
-No se lo digas a nadie -dijo a Rabadán antes de que salieran al exterior-. Nadie tiene que saber lo que pasó con Mario, no todavía.
-Será algo difícil de ocultar -respondió Rabadán con voz comprensiva-. Tienes que decírselo a tus amigos.
-Se los diré -prometió Silvia-. Solo ellos pueden saberlo, las cosas están tensas por aquí y cuando se enteren de la ausencia de Mario, querrán aprovecharse de eso. No debe enterarse por nada del mundo, tienes que prometerlo, nos lo debes.
Rabadán no necesitó preguntar a quien se refería, justo cuando salieron, pudo distinguir la solemne figura de Julio.
-¿Y bien? -preguntó interesado-. ¿Dónde está el cuerpo de Iracendy? Ya asigne un espacio en el cementerio.
Julio miró tras ellas esperando ver a alguien más.
-¿Y dónde está Mario?
-Sigue abajo -respondió Silvia haciendo el mayor esfuerzo de sonar normal-. Necesitamos más equipo para subirlos a los dos.
La chica dio pasos decididos con intención de rodear a Julio pero este la interceptó.
-Tienes los ojos muy rojos -observó-. ¿Estuviste llorando?
-Hay mucho polvo en los túneles -recriminó Silvia-. Si hubieses aceptado bajar, lo sabrías.
Julio pasó la mirada a Rabadán para comprobar sus palabras, no pareciera que hubieran estado en el mismo lugar que describía Silvia.
Dio unos pasos hacia un lado y las dejó seguir su camino.
*
La luz era tan incandescente que calaba la vista, el resplandor del sol quemaba como en un día de verano. Mario se talló la cara con sus manos mientras sentía un suelo de concreto bajo él. Por la ligereza en su cabeza supo que ya no traía el casco.
Enfocó su vista y la imagen que percibió lo confundió a tal grado de causarle un mareo. Estaba bajo un cielo azul con bonitas nubes blanquecinas, el parloteo de personas a su alrededor le inundaba los oídos.
Se puso de pie y descubrió que el resplandor del sol era reforzado por una colosal figura de metal que se alzaba sobre él, era una cruz metálica que adornaba el centro de un mirador modesto. Las personas se reunían en las palapas y compartían chatarras y sonrisas.
Mario pareció enloquecer mientras recorría todo con la vista. El mirador estaba en lo alto de una colina con verdes senderos, cientos de vacas pastaban tranquilamente en los alrededores y un inmenso lago cubría toda la vista trasera del mirador.
El aire se estrellaba en su rostro causándole una frescura que no sentía en mucho tiempo, y eso solo podía significar una cosa.
Mario estaba fuera del Domo.
*
Observó al pueblo frente a él y sintió una oleada de cultura rebosar de cada una de sus coloridas casas. Estaba en un lugar desconocido y nadie ahí parecía vivir atormentado por tener un Domo sobre él.
-Hola chicas -saludó al primer grupo de personas en una palapa, era un quinteto de chicas que lucían a la moda y comían helados de fresa-. ¿Podrían decirme como se llama este lugar? -preguntó.
Ninguna de las chicas lo volteó a ver. Mario sabía que no era el mejor ligando pero solo estaba haciendo una pregunta inofensiva que era fácil de responder.
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INTRAESCOLAR II (Under The Dome)
ФанфикSinopsis: Hace una semana un Domo invisible aisló repentinamente a la preparatoria CBTIS #117 del resto del mundo. Los extraños accidentes iniciales y las terribles experiencias vividas han cambiado totalmente a los estudiantes. Incomunicación, ince...