Capítulo 14: "Hora de ir a Casa" Parte 3.

14 3 0
                                    

-¿Has visto a Luis? –preguntó Karely preocupada. Luis Quezada era su amigo cercano. Desde que el Domo cayó, había dedicado todo su tiempo y esfuerzo a GAPS, buscando la manera de ayudar a cualquier persona que sufriera alguna herida.

-La realidad es que no –respondió Yenny Domínguez, quien se había convertido en la jefa de GAPS desde la ausencia de la enfermera de la escuela-. Lo cual se me hace extraño porque siempre es el primero en ayudar cuando se trata de trasladar a los enfermos a otra zona.

Karely le agradeció y siguió buscándolo con la mirada. Estaba liderando un grupo dentro de los túneles y la gente se amontonaba demasiado, era posible que su amigo se encontrara rezagado entre otro grupo. O también podría estar con David Loya, a quien Frida tampoco encontraba por ninguna parte.

*

-¿Falta alguien? –preguntó Silvia. Ella y Mario se habían quedado hasta el final para asegurarse de que todos entraran a través del almacén de escobas. Los cuartitos ya estaban vacíos.

-Es difícil saberlo –respondió Mario-. Hubiese sido útil el censo de población para esto.

-Rabadán –respondió Silvia rápidamente-. Nunca la vi entrar. Ni a Michel.

-Tampoco a Andrés –recordó Mario-. Ni a Valerie.

Unos pasos se escucharon en las cercanías.

-Siguen aquí –respondió Andrés Aguirre. Traía los ojos hinchados y un rostro demacrado.

-¿Todo bien? –preguntó Silvia al notarlo.

-Valerie está muerta –respondió el chico sin decir detalles.

Hubo un silencio incómodo.

-Lo lamento mucho –dijo Mario-. Sé lo que es perder a alguien importante.

Andrés solo bajó la mirada.

-¿Por qué no han entrado? Los alumnos deben estar esperándolos ahí abajo.

-Estamos esperando a algunos rezagados –respondió Mario-. Rabadán y Michel son unas de ellos.

-¿Michel no ha entrado? -preguntó Andrés con extrañeza.

-No –negó Silvia-. Pero tienes razón, allá adentro han de estar esperándonos y eso podría causar más pánico entre los alumnos.

-¿Qué hacemos? –preguntó Mario.

-Entra –indicó Silvia-. Alcánzalos y guíalos a todos hacia la salida.

-¿Qué hay de ti?

-Me quedaré esperando por si falta alguien por llegar.

-No te dejaré sola –negó Mario.

-No estará sola –respondió Andrés-. Si Michel sigue aquí, yo esperaré con ella.

-No siento que sea buena idea –replicó Mario.

-Soy la Monarca ¿no? -defendió Silvia-. Es mi responsabilidad cuidar de todos. Y como Monarca te pido que seas tú quien guie a los demás.

-Volveré por ustedes –prometió Mario.

Silvia y Mario se abrazaron con fuerza.

-Nos veremos muy pronto –aseguró la chica-. Ahora ve y sálvanos a todos.

Mario le acarició la mejilla en un gesto amistoso y lanzó una mirada de agradecimiento a Andrés.

-Cuídala por mí.

-Lo haré –aseguró el Guardia.

Mario se plantó frente al almacén de escobas y miró por última vez la huella ensangrentada plasmada en el metal. La huella que Nayomi dejó cuando murió, la cual nadie tuvo valor de borrar.

INTRAESCOLAR II (Under The Dome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora