Capítulo 6: "Revelaciones" Parte 2.

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-Ya pasó mucho tiempo -dijo Julio desesperado-. Se están esforzando en preparar nuestra muerte.

-Ellos no nos matarán -aseguró Rabadán-. No son lo suficientemente listos.

-¿Cómo puedes decir eso? -reclamó el chico-. Nosotros decidimos matar alumnos y ahora estamos tras las rejas, eso no fue nada inteligente.

-Hicimos lo que era necesario. Con el tiempo lo entenderán. Ellos no saben que si matamos alumnos, creen que apenas estábamos por comenzar la reducción de población y de esa forma tiene que seguir.

-¿Sabes? Todo es tu culpa. Yo ni siquiera quería hacerlo y tú me persuadiste.

-Claro, yo soy la mala aquí.

-¡Yo estaba intentando cambiar!

-Suerte con eso. Árbol que nace torcido jamás su tronco endereza -dijo Rabadán dando por terminada la discusión. Necesitaba con muchas fuerzas que alguna solución apareciera.

*

-Mi nombre es Silvia Marín -dijo la chica a través del micrófono. Estaba en el templete frente al audiovisual y casi todo el cuerpo estudiantil estaba frente a ella. Era una comunidad pequeña y su nombre ya era muy conocido-. El día de ayer se descubrió a dos personas conspirando juntos para llevar a cabo una reducción de población, en la que morirían muchos alumnos con el fin de prolongar más tiempo los recursos disponibles.

Todos lucían molestos y ansiosos de escuchar el castigo.

-Antes de realizar el juicio que determinará su sentencia -prosiguió Silvia-. Tenemos que escuchar lo que los acusados tienen que decir.

Esto pareció molestar más a los alumnos y cuando vieron a Julio y Rabadán ser llevados hasta el templete, ya tenían los reclamos a todo volumen.

-¡Que se pudran en la cárcel! -gritó Emilia López.

-¡Ellos querían matar a otras personas! ¡Deberían tener el mimo destino! -gritó alguien más.

Julio veía todo un poco perturbado y Rabadán mantenía una inquietante calma.

-¡Por favor guarden silencio! -pidió Silvia.

Casi todos los alumnos estaban ahí. César seguía siendo parte de la Guardia y estaba escoltando a los acusados junto con Pollo Muñoz, quien en ausencia de Julio estaba dirigiendo la Guardia.

-¿Y por qué deberíamos escucharte a ti? -reclamó Leonel Jurado-. No tienes pruebas contra ellos.

Primero fue un par de chicos que se empujó, después otras chicas que se gritaban y en menos tiempo del esperado, ya todos estaban formando parte de una revuelta masiva.

-¡Cálmense todos! -gritó Silvia desesperada-. ¡Por favor, cálmense!

Los alumnos eran gasolina, la mínima chispa podía hacerlos arder.

-No van a obedecer -advirtió César-. Tenemos que llevarnos a Julio y Rabadán de regreso a la cárcel.

Era fácil notar que muchos alumnos se esforzaban por alcanzar a los acusados en el templete.

-Vayan -indicó a Pollo y otros dos Guardias.

La Guardia tomó a los acusados para guiarlos de regreso a la cárcel. Las congregaciones frente al audiovisual siempre terminaban mal y era una lección que aún no se aprendía.

Sammy Rivera salió de entre la revuelta cuando vio a Julio y Rabadán abandonar el templete. Se dejó ir hasta Julio, se abalanzó contra él y empezó a golpearle la cara. César estaba por separarlos cuando Pollo Muñoz actuó por reflejo y desfundó su pistola.

INTRAESCOLAR II (Under The Dome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora