FLAWLESS | Oliver Wood

XXV

SUPPORTING THE LIONS

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Después de la cena, posteriormente de que Katie entrara al ala de chicas, Lara entró nuevamente a la torre de Gryffindor a tranquilizar a Oliver que, aunque quisiera aparentar serenidad y confianza no lograba convencerla. Ella lo dejó en su habitación con la mayor tranquilidad que pudo brindarle y por lo que le habían dicho Harry y los gemelos, fue lo más tranquilo que han visto en Oliver antes de un partido y por ello esa mañana iría al campo a apoyarlo y apoyar a sus amigos, incluso si esto involucrara apoyar a Katie de algún modo.

—Así que te decidiste por ir al partido —aseguró Leah al verla entrar al gran comedor con un suéter rojo con cuello en v que llevaba de lado dejando al descubierto su hombro— Buena elección, si es que solo verás el partido

—Como si solo fuera por él, Lar ira a matar a Bell —Graham clavó su tenedor en una salchicha y llevó un trozo a su boca mientras miraba sonriente a la castaña. La noticia de la reciente discusión con la chica se había exparsido por el castillo como pólvora y ahora si que inevitablemente los de primer año de Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw le tenían miedo— O seguro planea algo en su contra, estoy seguro

—No iré por Bell —dijo Lara, tomando el plato de wafles de la mesa— Y lamento decirte que estás equivocado, no haré nada en contra de Bell esta vez

Adrián bufó con decepción, negando con la cabeza—¿Solo irás por Wood?, supongo que es lo mejor para Slytherin en estos momentos

Lara asintió y sirvió algo del dulce jugo de granada en su vaso e inició a desayunar en silencio, intentando convencerse a si misma de que así seria y de que no haría algo que dañara a Katie por mucho que quisiera.

Las risas y demás sonidos frecuentes del gran comedor en el desayuno desaparición repentinamente, Lara levanto la mirada de su plato y encontró la razón por la que el salón se llenó de susurros exaltados por Potter y su nueva escoba.

—Debiste venir a desayunar con tu saeta de fuego en el anterior partido — dijo Terence Higgs en un intento de susurro que sonó más alto— Todos estos idiotas no estarían tan impresionados por su saeta si lo hubieras hecho

—Ni siquiera quise desayunar ese día Terence —respondió, bajando su vista a su desayuno, retomando las náuseas que tuvo en aquella ocasión— Y espero que pueda terminar de hacerlo hoy y de que lo haga para el próximo partido

—¡Malfoy! —gritó Adrián hacia la parte media de la mesa donde se encontraba Draco Malfoy hablando con su pandilla de una manera muy expresiva, en lo que Lara asumió eran críticas y quejidos caprichosos— Cierra la boca o se te meterán moscas

—Cierra la boca Pucey —dijo girándose en su dirección amenazadoramente

Ciertos estudiantes de Ravenclaw y Hufflepuff fueron a la mesa de Gryffindor, como era el caso de Cedric y Emma. Por otro lado, los estudiantes de Slytherin después de echar una ojeada a la escoba volvieron a lo que estaban haciendo, y es que habían tenido en sus manos la saeta de fuego de Lara el día antes del partido hacia unas semanas, lo que generaba un completo desinterés por su parte y por supuesto también no ignorarían el hecho de que la escoba le pertenecía a Harry Potter, un Gryffindor.

—No es como si nunca hubieran visto una saeta —siguió Leah— ¡Es solo una escoba!

—Apuesto 8 Knuts a que Potter caerá de esa belleza a mitad del partido —dijo burlonamente Blaise Zabini— O tal vez 13

—20 Knuts a que Gryffindor gana —propusó Lara impulsivamente, pero sin arrepentirse de haberlo hecho estiró su mano hacia el— ¿Te animas?

—Trato —dijo, estrechando su mano y sacudiéndola exageradamente— Suerte con ello