LXIV

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WHEN THE SUN GOES DOWN

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—Tendría que estar por aquí cerca —afirmó Harry en un susurro que la castaña escucho, pero que ignoro pues después de escuchar a Cedric no había ningún pensamiento en su mente, solo seguía al grupo como si estuviera programada para hacerlo, sin protestar, ni siquiera opinar

—¡¿Que?! —gruñó Harry, logrando sobresaltarla y sacarla un poco de aquel trance

—Me parece... que Sirius no está aquí —dijo Hermione dubitativa

Silencio absoluto. Lara cayó en cuenta de porque estaban ahí y se sintió estúpida por dejarse llevar de algo que por más que buscara una forma de volver a traer a su mejor amigo a la vida sabía que para la muerte ni siquiera la magia tenía una solución.

Le parecía tan gracioso como los muggles y los magos tenían la muerte como algo en común, no importa cuán poderoso seas, dinero tengas o que talentoso con la magia seas un día veras a la muerte de frente o incluso puedes verla llevarse a alguien que amas y recordó a Sirius que un día en una borrachera le dijo que él había muerto el día en que James y Lily murieron y lo enviaron a Azkaban y pensó que cuando lo encontraran ella se encargaría de revivirlo.

Chocó contra la espalda de Neville quien se disculpó, como era costumbre, por algo que no era su culpa.

La mano de Leah volvió a tomarla y apretó un poco, obligándola a mirarla.

—No estas bien Lara —aseguró la ojiazul, frunciendo el ceño— ¿Qué ocurre?

—Lo estoy solo... solo estoy pensando en Sirius, él ha sufrido y de verdad, desde niño y si a partir de ahora podemos hacerlo sentir vivo

—Que has hecho con Lara no me importa nadie Black —dijo en un tono burlón, consiguiendo que Lara rodara sus ojos— Esa si es la amiga que conozco, pero ahora deberías preocuparte más por el ahora y por encontrarlo luego veras lo que hacemos

—¿Mi nombre? —habló Harry, acercándose a la estantería y se le unió su mejor amigo

—¿Qué es? —dijo Lara poniéndose en puntillas para leer lo que decía la etiqueta, sin embargo, con su altura ni siquiera pudo ver algo más que la espalda de los chicos

—¿Por qué esta tu nombre? —Echó un vistazo a las otras etiquetas de aquel estante— Mi nombre no está ni el de los de... ¿Por qué esta tu nombre Lara?

Lara frunció el ceño e hizo un gran esfuerzo por leer la etiqueta, no logro visualizar más allá de su nombre, pero eso fue suficiente para que su corazón latiera con tanta fuerza que tuvo que poner ambas manos en su pecho como si aquello fuese una solución.

—Creo que no deberías tocarla Harry —dijo Lara en un tono de voz ajeno a ella, que incluso casi era el de Luna

—¿Por qué no? —repuso él— Tiene algo que ver conmigo ¿No? ¿Acaso no te da curiosidad ver lo que es la tuya?

—No —respondió tajante— Si están aquí es porque no se trata de algo bueno

—No lo hagas Harry —dijo Neville que estaba a su lado, cubierto de sudor y con una expresión que señalaba que no podía aguantar más misterio.

—Lleva mi nombre —insistió Harry

Lara de nuevo volvió a la realidad y rápidamente se puso entre el estante y Harry intentando impedir que la tomara o que al menos se cansara de intentarlo para así recordarle que estaban buscando a Sirius, no obstante, para Harry fue como quitarle un dulce a un bebe.

FLAWLESS | Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora