FLAWLESS | Oliver Wood

XLIX

DESTINY

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Esperar era una de esas cosas que la castaña odiaba hacer, su mente traicionera la llevaba a pensar en lo peor, siempre había sido así desde que entro en Hogwarts sin embargo su semblante siempre había sido confiado pero esta vez demostraba sus nervios porque muy dentro de ella sentía que dejar que Cedric entrara en el laberinto había sido una mala idea, que ayudarle había sido una mala idea.

Luego pensó en lo tonto que era pensar eso, él debía pasar por la última prueba pues había firmado un contrato, además si ella no lo hubiera ayudado de cualquier manera el hubiera pasado las pruebas con éxito, él no la necesitaba, pero la había hecho parte y la hizo sentir útil.

La voz de Leah era lo único que la mantenía en el lugar y no inmersa en sus pensamientos. Ella charlaba animadamente con Angelina Johnson, sobre lo increíblemente bien que a la chica le había ido en aparición y era verdad, ella junto con unos pocos había conseguido aparecerse con facilidad durante las practicas.

—¡No puedo creerlo! —dijo Angelina impresionada— ¿En serio lo hiciste Lara?

—¿Hice qué? —levantó la vista de sus pies y la dirigió hacia la morena— Lo siento no estaba escuchando

—Sobre el amago de Wronski el año pasado —respondió Leah, sonriendo

—No lo fue, no soy buscadora y ni siquiera salió tan bien como esperaba —Lara habló con desinterés mientras ponía su vista de nuevo en el laberinto— Espera ¿Cómo sabes que es un amago de Wronski?

Leah sonrió y sus mejillas pálidas se tornaron rosadas— Stephan sabe de quidditch y bueno cuando me lo explico sonaba como lo que hiciste en aquel partido

—Lo escuchaste hablar de jugadas de quidditch a él y no a mi —se quejó Lara, cruzándose de brazos— ¿Solo necesitaba a un fornido búlgaro para que te interesara el quidditch?

Angelina soltó una carcajada y junto con su risa el sonido de algo explotando.

Chispas rojas aparecieron en el cielo desde algún lugar no muy cercano al centro del laberinto y el corazón de la menor se detuvo. De inmediato los profesores que hacían guardia alrededor del laberinto se adentraron al sitio con la ayuda de sus varitas.

Lara se levanto de su lugar y vislumbro a la que parecía ser Fleur, saliendo del laberinto acompañada mientras cerraban el laberinto de nuevo.

Por una extraña razón Lara estuvo tranquila sabiendo que un campeón menos estaba en el mortal laberinto, los miles de muertes en anteriores torneos de los tres magos la aterraban y si Fleur salió antes de terminar la prueba de seguro los demás tampoco llegaría al centro.

El tiempo corría con lentitud para los ojos de Lara y el sonido proveniente del interior de la tercera prueba la ponía ansiosa y Leah como buena amiga de la castaña intentaban persuadirla con ayuda de Angelina.

Y de pronto el rugido de una voz rasposa salió del laberinto y la multitud grito en protesta, pensando a que peligrosas pruebas los campeones eran sometidos y Lara pensó que tal vez un boggart sería el causante de aquel ruido. Si ella estuviera frente a uno definitivamente gritaría y una que otra lagrima silenciosa saldría de sus mejillas. Nuevamente un lado del laberinto fue abierto, las chispas rojas volvieron al cielo tornado de lila y azul, otro campeón pedía ayuda.

Cuando Lara vio como arrastraban un cuerpo se asustó. Viktor Krum era trasladado ahora en una camilla sostenida por los maestros y los padres de Viktor salieron disparados de sus asientos y fueron hacia donde su hijo era trasladado.