LIV

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A NEW YEAR, A NEW TROUBLE

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El reconocimiento y ser distinguida siempre había sido algo que a Lara le había llamado la atención, cumplir un rol en el cual pudiera guiar a otros por lo que siempre espero ser premio anual y ahora que finalmente lo había conseguido no le resultaba para nada emocionante, tal vez era porque soñaba constantemente con la muerte de Cedric que la hacia despertar con nauseas y con las mejillas mojadas, al igual que soñaba con su pelea con Oliver lo que también la hacía llorar y provocaba fuertes jaquecas.

Sentía que en cualquier minuto volvería a desmayarse por aquella sensación, se sentía tan muerta por dentro y sí, podría sonar como una completa exageración pues estaba sufriendo por su primer novio, el único chico que logro que su corazón latiera con la fuerza de miles de unicornios, que logro encantarla con sus interesantes conversaciones y que consiguió que ella pudiera sentir paz cuando estaba a punto de estallar. Del otro lado de la balanza estaba el Hufflepuff con el que había compaginado a la perfección, que jamás volvería a ver y que probablemente sería el verdadero dueño del puesto que ocupaba como premio anual.

Ser mayor de edad no resulto ser nada de lo que pudo imaginar iba a ser, tener que guardarse sus sentimientos que ahora eran tan difíciles de retener le resultaban tan agotadores de guardar que lo único que pudo hacer fue tomarlo como el golpe de realidad que necesitaba para comportarse como tal así fuera por la situación que la obligaba a hacerlo.

Cuando fue al vagón de prefectos a explicar a los nuevos prefectos se terminó llevando sorpresas no muy agradables, en primera instancia su compañero, Thaddeus Ryder con quien hasta ese momento no había cruzado mirada ni dirigido palabra y en segunda el hecho de que Draco Malfoy y Pansy Parkinson fuesen los prefectos de su casa, también fue incómodo para ella que su compañero lanzara miradas displicentes hacia los prefectos de Gryffindor.

La ceremonia de selección la hizo sentir mejor y ahora que lo pensaba, las cosas para ella dejaban de tener sentido, no le importaba lo que dijeran los de su mesa a los de Gryffindor o las palabras de Dumbledore al menos no hasta que presento a las dos nuevas maestras, Wilhelmina Grubbly-Plank y Dolores Jane Umbridge, siendo esta última la que llamo más su atención por su condescendencia al presentarse ella misma, hablarles como si se trataran de niños pequeños y estúpidos y dar un discurso como si ella fuese la nueva directora del lugar que por más que le irritara seguía siendo Dumbledore.

Durante los primero días en Hogwarts notó que su vestimenta siempre era de color rosa y en cierto punto Lara creyó que la mujer creía que con aquellas prendas su horrible cara de sapo seria mejorada pero en cuanto entraron al aula supo que la mujer tenía una extraña obsesión por el color.

—Algún problema señorita —dijo la mujer, alargando la a esperando a que ella lo completara

—Black —respondió con completo orgullo, observando como su sonrisa desaparecía de a pocos de su rostro y se formaba una en Lara— Y sí, he leído las páginas que ha solicitado y me preguntaba como esto serviría en el EXTASIS ya que no hay ningún tipo de información útil a mi parecer

—Bueno señorita Black —dijo la profesora Umbridge con un dulce tono extremadamente falso y poniendo un toque de desprecio al pronunciar su apellido— Como he dicho los maestros que han impartido esta clase en años anteriores no han tenido secuencialidad al dictar la clase y muchos lo hicieron sin seguir programa de estudio aprobado por el ministerio, con errores que confundieron sus mentes, pero en mi clase lo apañaremos de forma provisional debido a que este sea su último año. La clase de defensa contra las artes oscuras será como esta clase, sin varita y basado netamente en la teoría

FLAWLESS | Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora