FLAWLESS | Oliver Wood

XLVI

A BIRTHDAY TO REMEMBER (PART TWO)

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Lara bajo la mirada y parpadeo, dejando salir a una rebelde lagrima que libero por completo la pena y alejo cualquier pensamiento previo a su encuentro con el chico.

—Hola Diggory—Lara levanto con lentitud su cabeza y la inclino un poco hacia atrás para verlo directamente a la cara como hacia siempre. Vio a sus ojos grises resplandecer, su rostro tenía una leve capa de sudor cubriéndolo y es que la zona en la que se encontraba el Hufflepuff se sentía tanto calor que resultaría extraño si no la tuviera—¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?

—¿Estas bien? —preguntó ignorando sus palabras al notar la lagrima resbalar por su mejilla

—Perfecta —dijo en un suspiro antes de darle una sonrisa de labios— Disfruta la fiesta

Ella camino hacia el lugar donde había estado con Leah, esperanzada de encontrarla, pero no lo hizo.

Buscando volver a sentirse igual que cuando llego a la fiesta volvió a bailar y a cantar sin tener mucha idea de la letra. Leah la había puesto hacia un par de días en su toca disco, era un disco sin carpeta y sin remitente que había llegado a sus manos de manera misteriosa.

Nuevamente bailaba y olvidaba poco a poco lo que su mente sobre pensó sobre sus amigos, nuevamente ella saboteaba su momento de felicidad como hizo con algunos encuentros con su novio el año pasado.

A Oliver le hubiera gustado haber estado ahí, pensó con una sonrisa. A él le gustaría verla como aquella vez en la fiesta de celebración por la victoria contra Ravenclaw, estaba tan eufórica y chispeante. Pensar en eso trajo a la Lara de ese día al presente.

Bailaba y se divertía como aquella vez con la diferencia de que ahora estaba sola, siendo ella en todo su esplendor y continuo así durante canciones, pero su garganta se seco por todo el calor de todos los cuerpos en el lugar.

—¡Hey! ¡Pequeña Black! —habló en voz alta Fred, acercándosele en compañía de su gemelo a la mesa de bebidas— Escuchamos que nos buscabas

—¿Todo bien? —interrogó George

—Absolutamente. Solo quería desearles un muy feliz cumpleaños a mis pelirrojos favoritos y lamento tener que darles hasta mañana su regalo —casi gritó— Como sea, los quiero demasiado y disfruten su noche y no se preocupen por nada

Fred y George miraron con una sonrisa confusa a la chica, creyendo que estría ebria por el vaso de whisky de fuego que sostenía en su mano, pero de todos modos la abrazaron agradecidos por sus buenos deseos y se marcharon.

Lara al beber un poco de la bebida tocio, nunca había probado el whisky de fuego hasta esa ocasión y se preguntó cómo los gemelos habían obtenido el hidromiel y el whisky, de inmediato a su mente vino la idea de que habían robado las provisiones de Madam Rosmerta de debajo de la taberna sin ella.

Bebió de un trago el resto del whisky de fuego, sintiendo como la bebida calentaba su garganta con un potente sabor a alcohol. Volvía a sentirse mal después de sentirse tan bien en mucho tiempo.

A paso rápido atravesó la habitación sin importarle con quien chocara o las respuestas que soltó cuando se quejaban por los empujones, solo ir a un lugar tranquilo, donde no sudara y pudiera estar tranquila.

Se estremeció ante el frio del exterior que impacto con su cálido cuerpo, justo lo que buscaba. Avanzo un par de pasos sin alejarse mucho del cuadro de la señora gorda y se sentó en el frio piso mientras su mente intentaba acomodar la situación en una en la que sus mejores amigos seguirían pensando que ella era igual de confiable y que no la verían como alguien inferior.