FLAWLESS | Oliver Wood

LIX

BAD BLOOD

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Las vacaciones de navidad habían terminado y nuevamente volver a Hogwarts había sido todo un reto no solo porque sentía repetir de nuevo lo que fue el verano, sino que también sabía cuánto le afectaba a su tío volver a la soledad (lo cual no fue muy difícil de notar pues nuevamente había vuelto a ser un malhumorado y cada tanto adoptaba la actitud berrinchuda de un niño de 8 años).

Sentía como su tío la necesitaba y ella en el tiempo que pudo lo escuchó desahogarse y deseó quedarse por más tiempo, sin embargo, cuando se lo comentó él le exigió volver al colegio con una sonrisa melancólica, alegando que si lo llegara a hacer Eleanor lo mataría lo cual no era del todo mentira. Además, antes de ir a Kings Cross que le había pedido que, así como estuvo un día estuvo para Harry lo estuviera en este tiempo pues Snape estaría más tiempo con él y para Sirius el jefe de su casa no era alguien de fiar.

A regañadientes aceptó cumplir, pero en cuanto cruzó el umbral de la puerta que daba a la calle quiso retractarse porque, pese a que no quisiera admitirlo Harry era un excelente mago que perfectamente podía defenderse solo.

La vuelta a Hogwarts fue menos que agradable, entre las primeras semanas del reingreso al colegio diez presos de Azkaban escaparon y entre ellos se encontraba Bellatrix Lestrange, con lo cual las miradas de la mayor parte del colegio se centraban en ella, al igual avivaron los rumores de Lara siendo practicante de magia oscura tal como ocurrió en la fuga de Sirius Black.

Por los rincones del castillo se escuchaba hablar a los familiares de víctimas de estos mortifagos que permanecían la mayor parte del tiempo acompañados y cuando veían a la castaña a lo lejos sus voces desaparecían y huían de su vista; incluso Fred y George bromeaban al respecto y Leah solía decir que ahora le tocaba vivir la "maldición del falso heredero de Slytherin".

—Señorita Buchanan —llamó la chillona voz de la profesora Umbridge— Señorita Buchanan, ¡Señorita!

Lara supo era a ella a quien llamaba pues aún notaba tintes despectivos en su voz, por lo que algo insegura devolvió sus pasos no sin antes darle una rápida mirada a Leah que tenía los ojos como platos.

—Solo necesito a la señorita Buchanan —habló sin despegar la vista de la pelinegra que caminaba a su lado— Por favor señorita Moreau puede retirarse

—Te veo en la sala común —dijo Lara, soltando el brazo de su mejor amiga— Dile al equipo que tal vez tarde

Lara avanzó hasta el escritorio de la profesora Umbridge que dibujaba una diabólica sonrisa en su semblante. Durante toda la clase la mujer no había despegado la vista de la serpiente y esto la llevó a pensar que en cualquier momento sus saltones ojos saldrían de sus orbitas y la atraparían cual sapo a mosca.

—Muy bien señorita Buch...

—Black, mi apellido es Black —soltó

—Lo sé, pero dado a que su apellido se ha envuelto en terribles sucesos recientemente me he tomado el atrevimiento de llamarla por el apellido de su madre ¿Hay algún problema con ello?

El fuerte sonido de la puerta cerrándose la hizo dar un brinco, no se había fijado en que la mujer hechizo la puerta para que nadie pudiese interrumpirlas, sin embargo, no dejo que esto la atemoriza y obedeció la orden que los redondos ojos le exigían. Con calma se sentó frente al escritorio y poso su vista firmeza sobre la mujer.

—Muy bien —suspiró— Me han informado que desde su primer año en el colegio se ha sentido orgullosa de ser una Black... Por lo que supongo es muy unida a su familia ¿No es así?