FLAWLESS | Oliver Wood

XXIV

TAKING CONTROL

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Marzo había recibido a los estudiantes de quinto año con tareas, exámenes y talleres prácticos y para Lara todo estaba siendo demasiado. Las clases, la prefectura y el equipo estaban siendo muy difíciles de mantener equilibrados en su rutina, sin embargo, el equipo había seguido con su entusiasmo y buen desempeño grupal e individual lo que al menos la hacía sentir mejor.

Era viernes y Lara estaba en la biblioteca junto con Leah y Thaddeus terminando su informe de transformaciones para al día siguiente poder estar libre y la castaña planeaba que su sábado estuviera disponible para ir a el partido con total tranquilidad.

—Pequeña Black —Fred apareció detrás de ella, haciéndola saltar un poco en su lugar, logrando con esto que un poco de la tinta de su pluma salpicara sobre su trabajo

Lara junto con los hermanos Weasley estaban aventurándose a tomar otro camino en sus productos de broma y según ellos este producto era algo en la misma línea pero que definitivamente valía la pena.

—Por Merlín, Frederick estaba a punto de acabar —dijo Lara en un suspiro mientras dejaba la pluma sobre la mesa— Estaré en 5 minutos ahí

Los Slytherin presentes le dieron una mirada amenazadora que claramente buscaba que el pelirrojo se fuera del lugar, pero se trataba de Fred Weasley y él no se dejaría intimidar de nadie.

—Correcto, te esperaré entonces —respondió Fred, palmeando el respaldo de la silla de Lara

—Te ha dado una respuesta muy clara Weasley ¿Te resulta difícil acatarla?

—Nadie ha pedido que hables Ryder

La castaña se levantó de su silla y con una mirada suplicante vio a Leah pidiéndole que por favor llevara sus cosas a su habitación. Leah asintió con la cabeza, comprendiendo la situación de su amiga. Esto fue suficiente para que se despidiera y se fuera de la biblioteca con Fred.

—No estabas solo por mí en la biblioteca, ¿Verdad Weasley? —dijo Lara y clavó su vista en el chico— Se que estabas ahí por una chica de cabello oscuro y ojos azules

—Pequeña Black no me interesa tu amiga —dijo, pero la sombra de una sonrisa traviesa apareció en su rostro.

Lara conocía muy bien a sus amigos y sabía que entre ambos había una tensión amorosa que había estado presente desde el momento en el que se conocieron en primer año y que prevalecía después de casi 5 años.

—Así que tú y Oliver están besuqueándose por los pasillos de Hogwarts. Bandos contrarios que terminaron enamorándose —dramatizó riendo— Nos tomaste por sorpresa a todos con la noticia pequeña Black, aunque tiene mucho sentido. Ambos están locos por el quidditch, son mandones y...

—Oye —lo interrumpió, golpeando el pecho de su amigo con poca fuerza— No repitas que soy una loca por el quidditch, porque no lo soy

—Como ordene capitana Black —dijo Fred burlonamente— Claro que apartar el campo cuatro veces a la semana y estudiar cada jugada de los equipos rivales a detalle no es estar obsesionada

La chica rodó sus ojos y caminó manteniendo el ritmo de su caminata ya que el hecho de que tuvieran una diferencia de aproximadamente 27cm de altura hacía que los pasos de Fred fueran más largos que los de la serpiente y que por consiguiente Lara tuviera que esforzarse en ser más rápida.

La curiosidad y la impaciencia la llevaron a interrogar al gemelo mayor sobre el nuevo producto de manera directa e indirecta, pero Fred eludió todas las preguntas argumentando que cuando estuvieran con George lo sabría.