LXXI

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DO YOU ACCEPT?

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La vida de definitivamente le había cambiado, pero no solo a Lara sino que a toda la comunidad mágica. El panorama jamás se había visto tan gris después de aquella tarde. Sí, las semanas anteriores el profeta había presentado en sus periódicos titulares bastante alarmantes y cuando Lara creyó que nada podía ser peor llegó el folleto del ministerio de magia.

¿Cómo proteger su hogar y su familia contra las fuerzas oscuras?

Lara al acabar de leer el folleto sintió por primera vez miedo, no al punto de no querer volver a salir sino que ese tipo de miedo donde parece que todo lo que conoces, todo lo que has aprendido solo fue una mentira que te ha hecho perder el tiempo y que en realidad nada de eso te servirá para un futuro porque nada te asegura que estés en un futuro.

Se sentía pequeña y amenazada, se sintió débil.

Ahora está nueva realidad era bastante extraña por decirlo de algún modo, habían pasado un par de semanas desde la llegada del folleto, el miedo había disminuido considerablemente pero no había desaparecido y cuando se sentía así de mal prefería pasar por Sortilegios Weasley, la tienda de artículos de broma de los gemelos Weasley que había resultado ser un completo éxito. Si había algo que la hiciera feliz era ver cómo el sueño de sus mejores amigos había resultado ser tan exitoso.

Salía de la escuela de medimagia a paso rápido y en unos cuantos minutos estuvo en la tienda.

—¡Pequeña Black! —exclamó Fred, tirando una caja enorme al suelo que por suerte estaba vacía

—¡Fred! —copió el mismo tono del pelirrojo

—¿Está todo bien?

Lara asintió con la cabeza y lo abrazó, ahora sentía que en cualquier momento alguno de lo que quería desaparecería y aparecería muerto, podrían decirle paranoica pero le daba igual.

—Ya te dije que nada nos pasará pequeña paranoica —río mientras la apartaba. Él la miró directo a los ojos— George y yo podemos defendernos ¿De acuerdo?

—Eso ya lo sé tonto —dijo esto último entre dientes y rodó los ojos— A veces creo que Leah tiene razon al decir que tu cabeza solo esta ahí para sostener esa bonita cabellera roja

—¿Leah dijo que mi cabello era bonito? —preguntó con interés

Lara soltó un bufido y caminó hacia una de las estanterías en busca de las marcas tenebrosas comestibles, un producto que en definitiva estaba compitiendo con los calderos de chocolate, sus caramelos favoritos.

Tomó media docena de estos y fue hacía George que estaba en la caja, anotando en una tabla de apoyo los pedidos que despachaban de la bodega. Tenía una cara de cansancio extremo pero una bella sonrisa y de pronto una idea vino a su cabeza.

—Ey George veo que les ha ido demasiado bien en el negocio —dijo dejando los caramelos en la caja— Aunque no te ves muy bien

—La tienda está teniendo demasiados pedidos a Hogwarts, esta época del año todos quieren hacer bromas y ahora que Filch no intercepta los paquetes no dejan de hacer pedidos —comentó— Oye ¿Esta no es tu tercera compra de marcas tenebrosas comestibles de la semana?

Ella sonrió abiertamente y ,le entregó el dinero antes de arrebatarles los caramelos— Les vendría bien un poco de ayuda con alguien que se encargará de la caja aunque sea provisionalmente

—¿A quién sugieres? —Fred apareció de nuevo con una caja, esta vez más pequeña

—A Leah

—¿A Leah? —preguntaron al unísono

FLAWLESS | Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora