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Tengo la maleta hecha para irme a Banyu en cinco días, solo me queda pedir un poco de munición y sería todo. Mis ropas negras ya estaban limpias, los cuchillas no tenían sangre seca en los mangos y lustré mis botas anoche.

Llego a Enfermería y doy los buenos días, la respuesta animada viene de los enfermeros y ayudantes de Padelli, las respuesta ahogadas son de los pobres con algo roto después de los entrenamientos. Honestamente, es mejor atenderlos por una lesión que ocurrió dentro de la base y no porque una bala del enemigo les rompió el tejido o les rozó una vena importante.

Miro a mi derecha, el corazón me da un brinco al ver a Reiner. Está discutiendo con Pieck, el rubio tiene su muñeca agarrada y la pelirroja lo mantiene pegado a ella con su brazo alrededor de su cuello, veo que la otra mano de Pieck tiene unas pastillas.

-¿Qué sucede? - pregunto.

Ambos dejan el escandalo, mi mirada se cruza con la de Reiner por más de un segundo y Pieck le echa las pastillas a la boca. Reiner estira el brazo por el agua y le da un trago.

-Vitaminas - dice Pieck enseñándome una pastilla -. Nos dijeron que las tomáramos hasta el día que seamos devorados.

-Es inútil - dice Reiner -. Podemos regenerarnos, no necesitamos vitaminas.

-Tu titan no, pero tú sí - me mira con el ceño ligeramente fruncido -. Es normal cuando se acercan los trece años de ser portadores.

-¿En serio?

-El otro día estaba aburrida y me sumergí en los expedientes de los titanes, hay desgaste físico y en el organismo, como si en verdad estuvieras envejeciendo - Reiner mira aterrado a Pieck.

-¿Te tomarás las vitaminas? - asiente.

-Y/N - me giro cuando escucho la voz de mi jefa, me pasa una tablilla con varias hojas -. Hoy empezaremos unas pruebas de resistencia a los portadores - bajo la mirada y miro a Reiner.

-Eres el primero, Braun.

-Solo quiero dormir - me da por respuesta.

Se pone de pie y ambos vamos fuera de Enfermería. Me saca una cabeza de altura, se ha quitado toda la barba pero sé bien que no tarda mucho en crecerle de nuevo, tiene una mandíbula tan fuerte... Regreso la mirada a las hojas cuando me doy cuenta que estoy vagando en mis pensamientos.

-¿Sabes quien heredará mi titán? - niego con la cabeza.

-Es probable que Nadzeya lo sepa.

-Tu hermana me da miedo - me río -. Es en serio.

-Solo es un poco cerrada.

-Me ve feo - levanto la mirada -. ¿Qué?

-Nada. Mi hermana así tiene la cara - se ríe -. ¿Te molesta si pasamos a la cafetería? - niega, pero aún así pregunta:

-¿Por qué?

-Tengo que medir lo más que duras convertido en titan, y algo me dice que será bastante tiempo - suspira.

-Tienes demasiada fe en un anciano como yo - sonríe cuando me se me sale una risa.

Nos desviamos del camino al hangar de transformaciones para ir por un poco de comida.


La primera vez que conocí a Reiner fue cuando Nadzeya y yo llegamos a la base por primera vez, nos hicieron quitarnos la ropa para llenar los nuevos expedientes. Aún recuerdo bien el calor que sentí cuando Reiner entró mientras me ponía la ropa, grité de los nervios y el cerró la cortina de golpe.

Despair (ReinerBraunxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora