Despair (ReinerBraunxLectora)

22

Me levanto gruñendo y con un dolor horrible de cabeza.

Tienes 27 años, Viera Y/N Fedora, no soportas el alcohol como lo hacías a los 20.

-Voy a matarlo - me digo a mi misma -. Pero ¿a quién?

Trato de retroceder en mi memoria: sé que dejé a Reiner a media plática en el baño, sé que me encontré a Sariel cerca del jardín interior, sé que me llevó por toda la ciudad y nos compró la cena en una tienda, sé que le dije lo de mi sangre y la extorsión de Klaus y... Solo eso.

No puedo recordar nada más, es todo lo que mi mente es capaz de recordar. Miro a mi alrededor en busca de agua, veo a Reiner acostado a mi lado y en la mesita de noche de su lado de la cama está la jarra de agua. Lo brinco y me estiro por la jarra, me dejo caer sobre él y me desinflo al no ver ni una sola gota. Reiner se queja debajo.

-Y/N...

-Te acabaste el agua.

-Pues ve por más - se gira quitándome de encima.

-Reiner, tengo resaca.

-Lo hubieras pensado dos veces antes de irte con Sariel - se acomoda en la cama sin mirarme un solo segundo.

-Reiner - me mira y frunzo un poco el entrecejo.

-No - se relame los labios -. Estaba durmiendo muy tranquilo cuando te dejaste caer encima y... - suspira desesperado y toma la jarra de mis manos -. Eres una consentida de lo peor.

Sonrío y lo veo dirigirse a la puerta de la habitación, me acomodo en la cama y bajo la mirada. Ni siquiera tengo la pijama puesta, solo la misma ropa de trabajo que llevaba ayer. ¿Cómo llegué a la cama en primer lugar?

La puerta vuelve a abrirse y ve a Reiner, me pasa la jarra y se lanza de nuevo en la cama. Sonrío y bajo la mirada, estoy a punto de darle las gracias cuando...

-Es nieve.

-Espera a que se derrita y bébela - miro a mi izquierda.

Esta plácidamente acostado dándome la espalda. Entrecierro los ojos. Es un... tomo la jarra con las dos manos y la volteo sobre él. Tarda un segundo pero la nieve le cae encima, Reiner salta de la cama y se pone de pie tratando de sacudirse la ropa.

Me pongo de pie dispuesta a irme de la habitación justo cuando tocan la puerta. Bien. Me queda de camino.

-¡Eres una niña! - su voz me perfora la cabeza.

-¡No grites! - le regreso.

Reiner suspira y lo veo quitar las sabanas frustrado, abro la puerta y veo a Zenya frente a mí. Me saluda y le digo que baje la voz con un gesto de las manos.

-¿Estás bien? - susurra.

-Ayer bebí de más con Sariel- digo.

-Avísame la próxima vez - asiento.

-¿Qué sucede?

-Dos periódicos han sido quemados hasta las cenizas - finjo sorpresa -. El reporte ha sido mandado - asiento -. Por cierto, Sariel te espera cerca del jardín.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Porque ambos trabajan juntos... - asiento.

-Cierto - miro dentro de la habitación -. ¡Ya vuelvo!

-¡Piérdete! - me dice Reiner desde el baño.

-¡Eres un...! - al final me rindo y cierro la puerta detrás de mí.

Zenya mira a todos lados menos a mí.

-Cállate.

-No dije nada - se defiende.