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No he visto a Reiner en dos días, y justo ahora estoy con Ed, en el tejado de la casa de Binger para finalmente matarlo.

No dejé que el sol me lo arruinará, no con Reiner, con quien sentía que lo estaba esperando toda la vida. Como con Ed, me levanté antes del amanecer, y a diferencia de Ed, Reiner estaba más que dormido, conmigo en sus brazos. 

Aunque el efecto duro poco para ser sincera, m encerré la biblioteca todo el día. Si habla con Reiner sobre lo de esa noche, lo alejaría de mí. Y además, me encontré a Ed en la biblioteca, leyendo un libro en dierano. Me pregunté como hablaba ese idioma tan sensual. 

-¿Javier está bien? - le pregunté. 

-Sí, ¿y Reiner?

-Se regeneró un poco lento, pero está bien. 

-Me da gusto - cerró el libro -. Como a ti. 

-Pues claro, es mi amigo. 

-Un amigo como yo. 

-Ambos son mis amigos. 

-Sí, a eso me refiero - dejó el libro en el estante. 

Se giró sin mirarme y pasó de largo. 

¿Qué mierda le sucede? 

Me di media vuelta y tuve que correr para alcanzarlo, cerré mi mano en su muñeca y la jalé. Ed se giró de golpe y me obligué a no retroceder al tenerlo tan cerca, a no bajar la mirada cuando me miró con esos ojos negros como la noche. 

-¿Qué te pasa?

Con un solo suspiro, su expresión dura se fue. Su entrecejo se derritió y sus ojos se cristalizaron un poco, subió su mano a mi mejilla, me acarició el pómulo derecho con su pulgar. 

-Fui a tu habitación para saber cómo estabas cuando todo estuvo tranquilo - empecé a negar con la cabeza, no quería que siguiera. Mi corazón se encogió cuando vi dolor en su sonrisa -. En cuanto me acerqué supe porque tus guardias estaban alejados de la puerta. 

Quitó su mano de mí y trago saliva, se dio media vuelta y salió de la biblioteca. Me quedé congelada un segundo. Reaccioné cuando una lágrima bajó por mi mejilla. Corrí detrás de él. 

-¡Sariel! - no se detuvo, pero tampoco aceleró -. ¡Ed! 

Entonces se dio media vuelta y pude alcanzarlo, pararme frente a él.

-No lo digas - dijo con voz ahogada -. No para esto. Sabes que no... - dejó caer sus brazos, me examinó el rostro -. No me mires así. 

-¿Así cómo?

-Como si me quisieras. 

Me paré de puntas y junté nuestros labios. No los moví, no insistí, sólo dejé que se tocaran. Ed me tomó de las mejillas y me besó, pero no me dejó corresponderle. Me alejó con los ojos cerrados y un quejido. 

-Ed...

-Sé dónde soy bienvenido. Y dónde no. 

Se alejó de mí. Y me convencí a mi misma que cuando lo vi limpiarse una lágrima de la mejilla mientras se daba media vuelta había sido una ilusión. 

Volví a la habitación cuando supe que Reiner ya estaba dormido y me levanté antes de que despertara para encontrarme con Sariel. 

Entonces supe que era verlo como si nada hubiera pasado. Me sonreía poco, solo hablábamos del plan. Lo repasamos mientras caminábamos al distrito de los nobles. Y lo volvimos a repasar mientras escalábamos al tejado. 

Despair (ReinerBraunxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora