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-Yuri me dijo que Anya estaba organizando un cargamento de comida que sería enviado al norte el viernes - digo mientras seguimos al periodista -. Por eso no vino al club de arte esta noche.

-¿Estará el viernes?

-Sí.

-Bien hecho.

-No me digas eso - me mira -. No trabajo para ti.

-Estoy apreciando tu trabajo, Viera - aparto la mirada.

Está hablando de mi escenita con Reiner hace unos momentos. Tal vez él nunca aceptó del todo mi trabajo. Lo peor de todo es que ni siquiera puedo culparlo. Me pagan por matar, la acabar con la vida de otros es mi negocio.

Las calles están desiertas al ser tan tarde en la noche, sin mencionar que el frío cala hasta los huesos. Probablemente tenga escarcha en las cejas.

-¿Crees que Egor sepa de las rutas de transporte?

-Si lo sabe no lo tendrá en sus diarios - me toma de la muñeca y me acerca a él, nos refugiamos en la sombra de un puesto de periódicos -. ¿En verdad vas a matarlo hoy?

-Sí - me trago el enojo.

-¿Quién es Klaus?

-Mi jefe.

-Deberías poder rechazar el contrato, está en tu derecho.

-No puedo hacerlo.

-¿Por qué?

-Decírtelo me daría el mismo resultado que rechazar el contrato.

Me entretengo con un botón de su saco. Me dice que Egor ha entrado a una tienda, él se encargara de observarlo mientras fingimos estar haciendo otra cosa. Suspiro cansada y cambio el peso de mi cuerpo a otro pie, apoyo mi cabeza en el pecho de Sariel. El cambio de horario me está pegando, bostezo y escucho a Sariel reírse.

-¿Tienes el contrato contigo? - meto la mano a mi bolsillo y se lo doy.

Sariel lo toma y toma un periódico viejo de una canasta, oculta el periódico en la canasta. Me doy media vuelta, mi espalda roza su pecho y siento su respiración en mi oreja derecha. Me rodea con sus brazos, como si ambos estuviéramos leyendo el periódico.

-Así que está documentando el movimiento rebelde- levanto la mirada y observo la taberna la que Egor entró -. De seguro piensa que van a lograrlo.

-Nosotros no lo tenemos que evitar, ¿verdad? - levanto la cabeza.

-No - me mira para decir eso -. Nuestro trabajo es matar a las personas que salen en las carpetas, no salvar la Corona de Gala - asiento y vuelvo a bajar la mirada.

-Leí la carpeta - digo.

-No fue tan malo, ¿o sí?

-No leí sobre su familia - Sariel se ríe.

-No tienes remedio - logra sacarme una sonrisa -. Viera.

-¿Mhm?

-¿Cómo supiste? - frunzo el ceño -. Te diste cuenta que el comentario de la reina me incomodó.

-Ah - me encojo de hombros -. Te vi la cara.

-Lo disimulé.

-Sí, yo también trato de hacerlo.

Se queda un rato en silencio.

-Pues gracias - dice en voz baja.

Tenso los labios para no sonreír pero una risita se me sale, Sariel me entierra la rodilla en la pierna juguetonamente. Me pregunto cuanto durara ese humor. Nunca lo he visto matar ni viceversa, de alguna forma, por cruel que suene, Egor será de práctica.

Despair (ReinerBraunxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora