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N/A:
Han sido días llenos de terror e injusticia en Colombia, y ayer civiles de México sufrieron las consecuencias de la negligencia
En LATAM se sobrevive día a día, las personas son asesinadas si son estudiantes, si son mujeres, si son niños, si defienden la Naturaleza, si pelean y defienden sus derechos

Fuerza Colombia

Me sobresalto cuando Sariel me limpia la herida, aprieto todo el cuerpo mientras sigue pasando la torunda con alcohol. Respiro con tranquilidad cuando se aleja de mí, busca algo entre el maletín.

-¿Podemos tomar ese maletín?

-No - se asoma por encima de la camioneta del Cuerpo -. Pero ellos están muy ocupados limpiando la escena.

-Una menos, faltan cuatro - digo.

Sariel me sentó en la banqueta para atenderme la herida de bala. Se ad media vuelta y se me corta la respiración al ver una jeringa en su mano.

-¿Qué vas a hacer?

-Te tengo que cerrar la herida y la anestesia te ayudará a...

-No. Prefiero morir de una infección.

-Viera.

-Odio las agujas - Sariel suelta una risa.

Se sienta a mi lado, se gira y me rodea con sus piernas, una en mi espalda y otra sobre mis piernas.

-Aprieta mi pierna - llevo mis manos a su espinilla.

Cierro los ojos y suelto un gritito de dolor al sentir el piquete, unas tontas lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas. Sariel empieza a reírse, golpea el asfalto con la aguja hasta destruirla. Me limpio los pómulos y trato de calmar mi respiración.

-Eso sí que no me lo esperaba.

-Cállate - digo con voz temblorosa.

Miro al frente pero un movimiento circulas en mi brazo llama mi atención, bajo la mirada. No siento la mano de Sariel masajeando mi brazo, me sonríe con un aire tranquilizador.

-No mires - dice suavemente.

-¿Y qué hago?

-Platícame de Reiner - frunzo el ceño -. Anda.

Suspiro y miro al cielo.

-Mi hermana y yo fuimos transferidas a la base mixta, marleyanos y eldianos. Ahí conocí a Reiner - asiente -. Al principio era difícil, es más alto y grande que yo así que me ponía muy nerviosa estar cerca de él, trataba de evitarlo. Aún me pone nerviosa pero somos más cercanos... éramos.

-¿Qué pasó?

-Supo de mi trabajo - suspiro -. Pero creí que entendía que no lo hacía por gusto, que había sido reclutada.

-¿Le dijiste que fuiste reclutada?

-No... - nos quedamos en silencio -. Ahora no sé si me entiende o no.

-No podrá entenderte si no lo dices la verdad - me quejo -. Pero si ni a mí me puedes decir, supongo que menos a él - asiento -. ¿Es tu amigo?

-Eso creo.

-¿Eso crees?

-Creo que ya no confía en mí.

-Mi hermano dejó de hablarme cuando supo que soy un mercenario - dice -. Le tomó tiempo pero, volvió a hablarme.

-¿Entonces Reiner volverá a hablarme?

-¿Por qué no le hablas tú?

-Suenas como Pieck.

Despair (ReinerBraunxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora