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Gala del Norte es igual de hermosa que Gala del Sur, solo que más blanca y más fría. Las torres de sus edificios son coloridas para destacar entre la nieve, hay enormes plazas con la nieve a un lado. La gente se anda bien abrigada pero no tanto como yo o Reiner, siento que apenas puedo moverme y Sariel se viene matando de risa desde que bajamos del tren. 

No vi nada de miseria en el camino, ni en las casas ni en las personas. Pero sé que la reina no miente, sé que hay gente muriendo de hambre y frío, simplemente no en esta zona. El rey no lo dejaría. 

El palacio del norte tiene un nombre, Snezhnyy Azmaz. El Diamante de Nieve. Por fuera parecía una fortaleza, con paredes gruesas para que el frío no se colara y bien hechas para que la nieve no humedezca los muros, paredes neutras pero las cúpulas de las torres son coloridas. En la puerta cuelga el estandarte de Gala del Norte.

Por dentro es totalmente diferente, pilares de mármol con decorados dorados. La alfombra es azul marino y hay distintas pinturas coloridas, el concepto colorido y oscuro me recuerda a las pinturas de mi hermana. Un escalofrío me recorre la espalda.

Mi hermana puede ser fría y cerrada como este palacio pero tiene un punto débil por su familia y los gatos. Este palacio no parece tener un lugar en el cual bajar la guardia, en el cual dormir sin preocuparme por una emboscada. Y entonces me doy cuenta que se trata de eso. 

La rebelión inició en el Norte, no me sorprendería si una de estas noches las Arañas deciden atacar el palacio en venganza a sus hermanas y hermanos del Sur. El palacio ha sido reforzado para evitar eso, y los guardias en cada esquina son un recordatorio de que puedes colarse por cualquier pasillo. Una de las desventajas de tener un lugar tan grande, con múltiples entradas, aún más ventanas y un jardín central sin techo. 

Pasamos por un pasillo con arcos a nuestra derecha que dejan salir a un jardín central actualmente lleno de nieve. Zenya y Sariel van frente Reiner y yo, resulta que al ser de la misma corporación privada de mercenarios se han encontrado e incluso trabajado juntos. Zenya es un desastre de risas nerviosas y rubor, y Sariel, como siempre, disfruta el efecto que causa en ella. 

Zenya se vino con nosotros porque aún tiene que vigilarme se da media vuelta y se detiene poco a poco, apoya la mano en una puerta a nuestra izquierda. 

-Su cuarto - dice -. Llevaré a Sariel al suyo y luego iré a ver si no llegó un contrato. 

-No lo invoques - digo. 

Zenya sonríe y gira sobre sus talones, Sariel se despide moviendo la mano y le regreso el gesto. Aún nos estamos mirando cuando coloco la mano en la perilla, sonríe mostrando sus blancos dientes y abro la puerta. Mi atención se va a la recamara, Reiner entra después que yo. 

Me empiezo a quitar la ropa que no hace más que pesar y hacerme sudar. Me quito el saco y lo lanzo al sofá, deslizo la bufanda por mi cuello y me recojo el cabello en una coleta. Veo a Reiner parado a media habitación, me acerco a él y entonces me quedo igual de paralizada. 

-Solo hay una cama - dice. 

-Sí, puedo verla - me llevo las manos a la cintura -. No es como si no hubiéramos dormido antes. 

-Una vez cada dos meses - ¿tiene la cuenta? -. Ahora sería todas las noches...

-Por cuatro meses - asiente. 

Suspiro y miro a mi derecha, las maletas están apoyadas en una cajonera. Arriba del mueble hay una bandeja con una jarra de porcelana blanca y decorados azules, me acerco y me doy cuenta que se trata de leche con miel. 

-Dormiré en el sillón - dice. 

-Puedo preguntar si pueden traer otra cama. 

-¿Y qué hay de otra habitación?

Despair (ReinerBraunxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora