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Las Fiestas llegaron, los puestos ambulantes de melovyy ponían manzana y canela en la leche, cada cena había pay horneado de calabaza o de bayas silvestres. Las casas tenían guirnaldas hechas con hojas de pino colgadas en sus puertas, había obras de teatro en la plaza para el pueblo. 

El ballet será en una semana y Wallas atenderá a la cena brindada por la reina dos días antes de las vísperas de la Fiesta Roja. La Fiesta Roja se celebra dando regalos envueltos en papel rojo entre los familiares, los más pequeños siempre son los que reciben más regalos de todos. Las fiestas semanales se pausaron durante la época festiva, el rey y la reina pasaban tiempo de hermanos. 

Aunque en verdad, eran pequeñas cenas y bailes donde la reina trataba de emparejar a su hermano. A veces salían del palacio y visitaban orfanatos y hospitales, y nos llevo a todos al campo de concentración. 

Me llevé una gran sorpresa al ver que la única valla que delimitada el campo eran postes de madera con soga en lugar de alambre. Las casas estaban en buenas condiciones, con techos triangulares para que la nieve no se quedara atascada, los niños hacían competencias de hombres de nieve, las madres tejían suéteres y bufandas y los padres traían leña. 

-No llevan banda - me dijo Reiner. 

También me di cuenta de eso, sin embargo sí que notificaban su salida del campo. Cuando le pregunté a la reina, me dijo que al no llevar la banda eso no los distinguía como eldianos en la ciudad y eran menos probables a sufrir una discriminación racial. Entonces recordé que si Marley aún no tenía la alianza con Gala era por la resistencia del rey Kesar. 

Sariel no fue con nosotros en esa ocasión, después de enterarme que asesiné a su media hermana nos seguimos reuniendo en las mañanas para discutir estrategias y mandar el mensaje del rey Kesar. Y esa mañana que la reina Odessa nos sacó a pasear, Sariel fue a echarle un ojo a la estructura del teatro para planear nuestra entrada y salida. 

Las cartas que le mandaba a mi hermana eran más mentira que verdad, lo hago para no perder comunicación con ella y hacerle saber que estoy bien. Sus respuestas me llegan por medio de cartas de Lara, me sorprende la cantidad de veces que menciona a Eren. Incluso se fue con él al norte de la isla, dice que conoció la nieve gracias a él. 

Zenya, la mercenaria que contrató Klaus para vigilarme se hizo mi amiga. De hecho, me está acompañando y ayudando a buscar unos regalos para Pieck y Reiner, los tres asistiríamos a la cena de la reina pero quiero darles algo por haberme acompañado hasta acá. 

-Pieck adora las tazas - digo -, y a Reiner le encanta leer. 

-Bueno, todos los libros están en galino - me dice Zenya mientras nos paseamos por la tienda -. Los únicos en tu idioma son muy aburridos, de ese libros genéricos que te sirven para prender la chimenea. 

-¿Entonces que le doy? - me detengo frente a un estante y estiro mi mano -. ¿Es la historia del ángel y el alma?

Zenya asoma la cabeza desde el estante de tazas y se acerca a mí, toma el delgado libro y sonríe. 

-Sí, Lyubov y Dusha - me corrige. 

-Es mi cuento favorito, mi mamá me lo contaba todas las noches - Zenya me muestra una taza, es de color morado en la boca y se va aclarando conforme se acerca a la base. 

Le paso el libro y nos vamos a pagar. De regreso al palacio nos encontramos con un puesto ambulante de melovvy, miro la calle mientras Zenya paga. Hay varios niños colocando piñas decoradas en las ventanas de las casas y en las entradas, frunzo el ceño interesada. 

Zenya me pasa mi vaso de melovvy y empezamos a caminar por la acera. Hay varios trabajadores quitando la nieve de las calles y las entradas. Mientras caminamos unos niños corren frente a nosotros con miles de piñas en sus brazos, al último en correr se le caen dos y rebotan frente a nosotras. 

Despair (ReinerBraunxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora