Iniciativa Caídos: Ciber-Amenaza™

Primera Batalla [Parte II]

A toda velocidad él avanzaba con gran velocidad lanzando puñetazos y rodillazos que rompían huesos. Desenfundó una de las espadas que obtuvo en la armería de La Agencia, y con gran velocidad cortó a la mitad el rifle de un soldado y seguido le apuñaló en el estómago brutalmente.

Se ha enfrentado a muy fuertes guerreros que le han dado palizas. Aún recordaba cuando inició su entrenamiento para volverse un vigilante, entrando a peleas callejeras, cayendo una y otra vez, pero recuperándose de sus peligrosas heridas sin muchas dificultades.

Por un lado, pudo haber aprendido con un maestro, pero prefirió el camino difícil, acostumbrarse a perder, y según él, ha forjado mejor su tenacidad. Lanzó un codazo que le rompió las costillas, luego cortó detrás de las rodillas con elegancia para luego arrojar aquella espada en toda la cara a otro. Volvió a recordar a su primer gran enemigo como vigilante, un mercenario conocido como Red Warfare que quería asesinar a un periodista.

Tras una larga batalla de golpes, machetazos, disparos, arañazos y mordiscos, Krieg terminó con heridas en el 70% de su cuerpo, mientras que Red Warfare apenas sin un ojo... Aunque al final fue Red Warfare el que acabó con el cuello roto. Giró por el suelo, y disparó a quemarropa aquella pistola volándole los sesos a un soldado, disparando con precisión. Disparando con precisión, cada uno de ellos caían antes de poder disparar sus rifles de asalto.La sangre salpicaba por doquier con cada disparo, sobre todo cuando usó su espada restante, empezando a hacer rodar cabezas por el suelo.

Arrojó la pistola y atacó con una estocada al pecho brutalmente.

—¿Cuánto te estarán pagando por esto? —preguntó con frialdad, observándole a los ojos fijamente—. ¿Adoras mantener a un tirano en el poder?

Echó su brazo hacia atrás, y seguido atacó con un brutal puñetazo que le rompió la cara a su enemigo, mandándolo a volar brutalmente contra el suelo para posteriormente pisarle la cara. El vigilante recibió una ráfaga de balas que impactaron en él, pero la armadura con solo su resistencia no se inmutó al dolor y le protegió, aparte que absorbía la energía cinética fácilmente.

Sin embargo, al colocarse la armadura dedujo algo, y es que la resistencia de la armadura depende de su resistencia, por lo que si estas balas son lo suficientemente potentes, pueden atravesar las placas sin que la energía cinética resista. Tomó el rifle de asalto del soldado al que acaba de matar, y se agachó para luego disparar con precisión. Siempre disparaba a la cabeza, y aparte se dio cuenta que tienen una buena potencia de tiro, y un retroceso disminuido.

Los sesos los volaba brutalmente con una precisión sin igual, hasta que se quedó sin municiones. Arrojó el arma y corrió en dirección a ellos, recibiendo las balas, sintiendo las sutiles vibraciones de la energía cinética. Seguido, saltó en dirección al más cercano, y lanzó un golpe con la energía cinética, liberándola con tal brutalidad en el cuello del soldado, que le partió el cuello a la mitad, prácticamente decapitándolo. Siguió golpeando con la energía cinética con brutalidad, destrozando a sus enemigos y salpicando la sangre.

Entre sangre y sangre, tomó sus dos espadas, blandiéndolas con velocidad, cercenando partes de manera brutal, decapitándolos brutalmente y haciendo cabezas rodas. De una patada mandó a volar a uno de ellos, y seguido empezó a golpearle la cara a uno de ellos repetidas veces. Liberaba su ira. Un soldado lo empujó contra el suelo, pero el vigilante se repuso y lo observó.

El soldado desenfundó dos de sus cuchillos, y en un instante Krieg dedujo algo. Una cuchilla hace daño, pero no por energía cinética. Por lo tanto, si esa cuchilla atraviesa la armadura, puede hacerle daño, seguramente podría herirlo entre las placas. A toda velocidad el soldado atacó con puñetazos, tajos, estocadas y patas, pero Krieg gracias a la coordinación que le otorga su velocidad de pensamiento bloqueó cada ataque con facilidad. Se agachó evitando el tajo, y seguido atacó con un una llave que mandó al soldado contra el suelo.