Capitulo 23: Un Verdadero Duelo.

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La ciudad estaba adornada de manera exquisita, frente a un enorme edificio los ciudadanos festejaban el aniversario de un año más de paz entre humanos y hevenzianos, célebres personalidades estaban presentes, pero sin duda la más reconocida era la de Cyberex, y no era para menos, pues se lo contaba como uno de los mayores responsables de que ese día fuera celebrado.

La gente veía asombrada la vitrina que exponía el llamado "Peace Keeper" un cuerpo humanoide con el que Cyberex había acabado con la última resistencia Terrorista ruso-americana hace ya 20 años y les costaba creer que se tratara del "mismo ser" que ahora los acompañaba, un androide de complexión y gesticulación humana.

—En este momento nos encontramos junto a Cyberex para hacerles unas preguntas —dijo una periodista acercándose al mismo—. Sr. Cyberex, creo que puedo hablar por todos cuando digo que los actos que a realizado durante esta última década a influido para bien a nivel global, así que díganos, ¿Con que maravillas nos sorprenderá la cara de la raza hevenziana durante los años venideros? —uno de los guardaespaldas de la I.A se acercó con intenciones de alejar a la mujer, sin embargo fue detenido con un tranquilo gesto del androide.

—Estoy bien Gerald, ve a tomarte un descanso —dijo, a lo que el hombre luego de dudar unos segundos obedeció—. Primero que nada agradezco su presencia en esta ocasión especial, lo cierto es que aún no considero que mí labor esté terminada, la conservación de este hermoso planeta debe continuar, también seguiré trabajando para que la convivencia entre humanos y hevenzianos siga mejorando hasta crear una sociedad perfecta, y aunque en este momento el "Peace Keeper" este siendo exhibido como algo perteneciente a la época pasada será usado en cualquier momento con el fin de proteger la paz que tanto nos costó conseguir de gente como la del Anillo Rojo.

La reportera comenzó a responder, sin embargo, Cyberex no le prestó atención, pues notó que los guardias de seguridad apostados por el lugar habían desaparecido, se dispuso a revisar las cámaras de seguridad pero algo corto su conexión a ellas.

Un estruendo se oyó, y el lugar quedó totalmente a oscuras, la gente parecía totalmente confundida, a lo que el androide ordenó a los pocos guardias que quedaban evacuar el lugar.

Los últimos rayos de sol cayeron dejando la ciudad en total penumbra, sin embargo, esto no era un problema para el androide.

—Ya no queda ningún civil —dijo aparentemente a la nada—, ya pueden salir.

—Tienes razón, lo siento, no me gustan las cámaras —el análisis de voz fue inmediato.

—Matías Burjas —murmuro la I.A

—Hey Cy, volvemos a vernos —respondió el rubio descendiendo sentado en una burbuja.

—Y por lo que veo, no estás solo —comentó Cyberex escaneando la zona para luego mirar hacia la persona más alejada del resto—. Debo reconocer que sabes cómo cubrir tu rastro, Hyrik Wynx—el mencionado no respondió nada.

—Comiencen con el plan —ordenó Krieg.

Ante esto, la oscuridad del lugar pareció revolverse y unirse entre sí, Cyberex no tardó en entender la situación, en menos de un segundo unos tentáculos destrozaron su cuerpo, pero no le preocupo, tanto el como sus contrincantes lo sabían, el objetivo real era el "Peace Keeper".

El enorme cuerpo humanoide se activo, imponiendo con sus 3 metros de altura. Su cabeza parecía un cráneo, y pese a ser totalmente metálico, tenía cierta apariencia orgánica, su coraza dejaba levemente a la vista unos delgados cables que aparentaban músculos humanos, pero muchos más resistentes de lo que parecían.

Sus ojos se iluminaron de un color azul brillante que pareció recorrer todo su cuerpo durante unos instantes como si se tratara de su fuente de energía.

De sus hombros salieron disparados una gran cantidad de nanomisiles que se dirigieron a la Iniciativa, sin embargo terminaron chocando inútilmente ante la sólida burbuja creada por Castel. Sin perder tiempo, la I.A hizo un rápido análisis de la situación, el que había dado la orden de iniciar estaba en el medio, claramente para dar instrucciones, Matías Burjas se encontraba al frente como muro defensivo, y en cuanto a los otros, aún no habían hecho su movimiento, a excepción de uno. Por su máscara y vestimenta dedujo que se trataba del que se hacía llamar Black Fox, se encontraba agachado con una de sus manos en el suelo y analizando su patrón de respiración notaba que estaba haciendo un gran esfuerzo.

—¿Cuánto te falta? —preguntó Krieg al darse cuenta de que su enemigo los estudiaba.

—Hay... demasiada oscuridad, si no me concentro..... —contestó entre dientes mientras ejercía aún más presión en el suelo.

Como si de un demonio se tratara, una enorme cabeza de zorro negro surgió debajo de Cyberex cerrando sus fauces y atrapándolo desde la cintura para abajo, algo que el Androide se esperaba, por lo que sin dudar activo de sus manos armas lumínicas que con facilidad comenzaron a eliminar las sombras, sin embargo, antes de lograrlo, Fox lo tomo de sus extremidades con una enorme cantidad de tentáculos obligándolo a separarlas y dejándolo totalmente inmovilizado.

—¡Haruki, ahora! —grito el justiciero de negro, a lo que Himeya hizo chocar sus brazaletes con tanta fuerza que su ruido resonó por todo el lugar a la vez que comenzaban a iluminarse.

—Asi que tu eres el victoriano —murmuro Cyberex antes de ser disparado con un enorme haz de energía, está deshizo las ataduras de sombras de Fox, pero no importaba, el ataque había dado de lleno, y el Androide fue enviado a volar chocando contra el enorme edificio.

— Primera fase lista —informo Krieg mientras preparaba sus armas, Himeya cayó sentado a lo que Castel se acercó a el.

—¿Estás bien? —preguntó.

—Si, estoy bien —contestó éste con la respiración algo agitada—, solo necesito un minuto, no rompas la formación aún —el rubio asintió y volvió al frente, sabían que eso no mataría a su contrincante, pero al menos le habían hecho bastante daño, o eso creían. Samir notó algo extraño, durante el segundo que duro el ataque de Himeya, le pareció ver qué el cuerpo de Cyberex desprendió un aura, pero eso era imposible, una máquina no podía tener aura.

El Androide revolvió los escombros en los que estaba enterrado a penas rodeado por algunos rasguños. Con cierto recelo colocó su mano en su pecho, no creyó que le obligarían a usar "eso", tal vez debería ponerse un poco más serio.

Krieg descargó una lluvia de balas perforantes hacia la I.A quien se vio obligado a cubrirse con sus brazos.

—Punta de diamante —murmuro éste—, ingenioso. Pero insuficiente —sin perder tiempo, Cyberex activó sus propulsores y se lanzó hacia Krieg, este logro verlo todo detalladamente gracias a su velocidad de pensamiento, a penas tendría unos instantes, rápidamente dejo caer los cargadores de sus pistolas y los cambio en medio segundo justo a tiempo para recibir al androide con un balazo explosivo que logro detener su embestida.

—¡Samir! —ante el grito, el mencionado tomo su espada con ambas manos y golpeó al robot con fuerza haciéndolo retroceder varios metros.

—¡Ronin! —el fantasma de la espada se puso en posición y cerró sus ojos, su mano fue directamente a la empuñadura de una de sus katanas, aunque sin tomarla del todo, inhalando profundamente lleno sus pulmones de aire a la vez que tensaba al máximo todos los músculos de su cuerpo, por su parte, la I.A logró recuperarse del ataque del mercenario y fijó como objetivo al joven ninja.

—Esta noche, sentirás el filo de un Dios —murmuró mientras Cyberex se preparaba para disparar, sin embargo, de la nada, Arasu desapareció de su vista con una velocidad sorprendente.

El tiempo pareció detenerse para todos los presentes hasta que un leve vendaval de viento los hizo volver a la realidad, Ronin se encontraba detrás del Androide con su espada desenvainada y simplemente se limitó a voltear ligeramente antes que unos chispazos surgieran del cuello de Cyberex, revelando un profundo corte a la vez que volvía a envainar su arma.

—Esto se esta poniendo interesante —declaró Cyberex.

Iniciativa Caídos: Ciber-Amenaza™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora