El Fin de una Era [Parte III]

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22 de febrero/11:05 pm.

Las alarmas del lugar despertaron a Délavé, la joven se encontraba durmiendo al lado de la cápsula matriz clonación en donde se encontraba el chico de sus recuerdos, pero vio con horror cómo él sufría un ataque de corazón y las máquinas debieron volver a estabilizar sus signos vitales.

Inmediatamente después fue a buscar a Cyberex, topándose con las hevenzianas de la guardia personal de la I.A vigilando las entradas de cada piso de la torre.

—Necesito ver a Cyberex —dijo al mismo tiempo que les enseñaba la identificación que la I.A le había entregado.

—Por supuesto —respondió una de ellas—. Dejen pasar a la mascota del jefe —comentó mientras se hacía a un lado al igual que sus compañeras.

Bridgette ignoró ese comentarios y trató de no verse intimidada por la altura y tamaño de las Reisg. La puerta de la oficina se abrió y entró al lugar a pasos decididos.

—¿Qué está sucediendo? —cuestionó Délavé al ver al androide en su escritorio—. Responde, dijiste que podría salir de la cápsula en una semana pero su corazón falló.

—Calma Bridgette, ya lo estabilizaron —Cyberex dirigió su mirada a la enorme ventana que tenía a su espalda—. Sólo debemos esperar.

—¿Qué estás esperando exactamente?

—Yo espero a nuestros invitados y estoy seguro de que tú podrías simpatizar con ellos, después de todo con Hyrik Wyx tenías una relación de amistad muy fuerte.

—¿Recuerdas que los traicioné hace poco? —Bridgette parecía confundida ante las intenciones de Cyberex.

—En todos estos años he aprendido un par de cosas al convivir con los humanos y descubrí su mayor debilidad —Cyberex volteo en dirección a Bridgette y se acercó a ella—. La empatía, si tú lograras empatizar con ellos, tal vez quieras cambiar de bando.

—No puedo empatizar con ellos, son asesinos y monstruos que no deberían existir.

—Tú también eres una asesina, después de todo también mataste al señor Colin y si mi memoria no falla... Ustedes también eran amigos. —La voz tranquilizante de aquella máquina helaba la sangre, pero no se comparaba a su mirada fría y los secretos que se escondían tras ella.

—Yo sólo quiero una cosa y comienzo a creer que no puedes dármelo —Bridgette agacho la cabeza temiendo lo peor.

—¿Por qué agachas la cabeza? —Cyberex tomó del mentón de la joven y levantó su mirada—. ¿Realmente creíste que te haría daño?

Bridgette no sabía qué decir al sentir la mano de la máquina en su rostro, tenía miedo pero aún así respondió con lágrimas en sus ojos.

—Tú mataste a la única persona que amé por tratar de revelar la verdad acerca de ti —dijo con una voz temblorosa y temerosa.

—¿Y por qué estás de mi lado entonces? —cuestionó Cyberex esperando una respuesta placentera.

—Porque eres el único que puedes devolvérmelo. —La mano de la I.A soltó, haciendo que ella tenga un respiro.

23 de febrero/22:00 pm.

Los Caídos se pusieron en marcha luego de repasar el plan por última vez, no podían perder más tiempo y se separaron para ir a sus respectivas rutas en pareja. Samir y Ronin fueron a unos de los jet que estaban en la base de la Agencia, luego de haberse puesto sus trajes. A pesar de que tuvo que cambiar su ropa, Samir se sentía un poco incómodo con el nuevo traje, aunque aún llevaba su gabardina roja junto a la correa de la funda con su espada y su pistola.

Iniciativa Caídos: Ciber-Amenaza™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora