Epílogo: El Mundo

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Luego de vencer a la I.A, al contrario de alegría y festejos, la agencia se encontraba envuelta en un halo gris y silencioso. Luego de la brutal pelea, los Caídos necesitaron tiempo para recuperarse y luego se reunieron ante la placa que representaba la tumba de Arasu, pues su cuerpo ya había sido cremado y reducido a cenizas.

—Deberíamos decir algunas palabras —comentó Matías, incómodo debido al silencio que los rodeaba.

—Ronin era algo... antisocial, narcisista y ególatra —dijo Samir para luego beber otro trago de licor.

—Las palabras ya no sirven ahora que está muerto pero puedo asegurar que murió de la forma que quería —comentó Krieg mientras mantenía su mirada fija en la placa.

—Quien diría, tienes sentimientos —le dijo Castel para luego ser callado con severidad por el egipcio, aunque sólo provocó que el rubio riera. 

—Supongo que este no sólo es un adiós a Arasu, sino a ustedes —comenzó Himeya al tomar la palabra—. Debemos volver a nuestras vidas normales, aunque no tengan nada de normal pero entienden lo que quiero decir.

—Ah, si. Realmente no me gustan las despedidas —murmuró Nathaniel.

—No te preocupes porque te visitaré para que no te sientas solo —le aseguró Matías con una sonrisa. Luego de ese breve intercambio de palabras cada uno fue a preparar sus equipajes.       

Después de despedirse, Castel se mostraba muy callado, ya que, al contrario de sus compañeros, realmente no sabía qué hacer ni a dónde ir. Frente a él estaba su maleta ya lista para partir, sin embargo su mente era un caos al contraste con la tranquila habitación. Había ganado mucho dinero, pero no podía comprase un departamento o una casa. Iron Hell estaba allí afuera y lo encontraría cueste lo que cueste. También estaba cansado de huir y vivir en las calles.

—¿Puedo pasar? —Hyrik golpeó la puerta abierta para llamar su atención, a lo que Castel asintió con una sonrisa que en segundos desapareció—. Sé lo que sientes y... no debes culparte por lo que pasó —le aconsejó, refiriéndose al hecho de que Ronin murió por defenderlo.

—Pero es mi culpa, debí hacer algo más —respondió cabizbajo.

—Así son las cosas en este trabajo —comentó el hevenziano—. Un día estás hablando alegremente con ellos y al otro... simplemente ya no están —agregó, inevitablemente recordando a Evan.

—¿Qué es eso? —Castel cambió de tema rápidamente, señalando los papeles que Hyrik tenía en sus manos.

—Ah, claro. Olvidé mostrártelo antes.

Hyrik le tendió la carpeta, entonces Castel leyó su contenido y sonrió.

«Datos sobre el archivo: Escudo Índigo»

Nombre real: Matías Aarón Burjas.

Profesión: Artista callejero. Integrante de Los Caídos.

Localización actual: Brisaires, Argentina. Sin domicilio específico.

Estado: Vivo.

Nivel de peligro: Bajo. Efectividad: Muy alta.

Motivo por haber sido considerado en "La Iniciativa": Habilidades de defensa impenetrable.

—Lo cambiaste —comentó mirando a Hyrik. 

—Lo prometí, siempre cumplo con mi papeleo —respondió, aunque notaba al rubio aún decaído—. ¿Pasa algo?     

—Me preguntaba si podría quedarme aquí.

—Ya eliminaron a Cyberex, el trabajo está hecho.

Iniciativa Caídos: Ciber-Amenaza™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora