(Perspectiva de Armando)
Observé al hombre dormido plácidamente en mis brazos, parecía muy cansado. Me preguntaba desde hacía cuando no descansaba tan bien como ahora.
Dejé un suave beso en su coronilla.
Se veía tan en paz, algo que nunca pensé ver del Superintendente, esa calma, esa tranquilidad que solamente eran propias de mí. El tema es ¿Se las he pegado o que es esto? Acaricié la parte trasera de su cabeza suavemente para bajar mis manos a su espalda y dejar suaves caricias en ella.
Jack tenía un olor bastante peculiar, refinado y fuerte, estoy seguro de que ahora que sabía como olía podría distinguir que se acercaba solamente con fijarme en el olor del ambiente.
Olía como a perfume caro, pero no era como si el olor fuese repelente, era un perfume fuerte prro no uno que te hiciera alejarte, al contrario, cuando su aroma acariciaba mis cavidades nasales mi cerebro solo pedía más, era como una droga, una adicción, al igual que cada cosa que tuviera que ver con ese hombre.
Además del olor de su perfume y de otros productor de higiene y belleza se podía distinguir en él un olor especial, uno que no podría describir solamente con palabras. Simplemente era el aroma de Jack Conway.
Todos eso junto con mi aroma, que ya se podía notar en él debido al tiempo que había pasado a mi lado era una combinación demasiado armoniosa y embriagante para mí, podría estar el resto de mi vida con esa dulce fragancia en mis narices y no me disgustaría en lo absoluto.
Dejando atrás el tema de su aroma. Cada rasgo de Conway era perfecto a mis ojos, esa piel algo tostada que me encantaría recorrer con mis manos, esos ojos oscuros, que había visto escasas veces por su empeño en llevar las gafas, ese torso perfectamente tonificado al igual que sus extremidades, esas manos en las que se podían notar las venas a la perfección, algo que me parecía jodidamente sexy al igual que su persona.
Ese carácter demandante, muy misterioso. Cuántas cosas estará ocultando este hombre bajo ese trozo de plástico que cubría sus ojos completamente, había demasiadas incógnitas alrededor de Conway. Incógnitas que me encantaría ir resolviendo cada día, a su lado, aprendiendo mutuamente el uno del otro.
Quiero ser el hombro en el que se apoyé en los momentos difíciles, la persona que más ame y en la que confíe para todo. Me encantaría ser el único para Jack Conway. ¿Puede que me estuviera ilusionando mucho? No lo sé, pero realmente todo lo que deseaba en esos momentos era poder decir que pertenecía a Jack Conway, solo a él y a su vez él a mí. Dejar de ser él y yo y comenzar a ser nosotros para más adelante ser uno.
Noté como mis mejillas se enrojecían un poco debido a mis pensamientos, observé de nuevo al hombre de mi pecho para luego mirar el reloj.
Cuando despertara me encantaría poder aclarar todo esto y así al menos saber si él sentía lo mismo que yo. Sé que me besó pero nunca se sabe lo que puede significar.
Como bien dije antes ese hombre era una incógnita con patas y me carcomía la cabeza pensando en si ese beso había sido de verdad. De verdad él siente lo mismo que yo? Y... si es así de verdad querría salir conmigo? Él está demasiado ocupado con su trabajo, no hace nada más. Y si no quiere nada en este momento?
El tema es que que difícil es el amor, coño.
Aspiré de nuevo el aroma de ese hombre de entre mis brazos para cerrar suavemente mis ojos.
-Qué sentirás por mí, Jack?-solté un suspiro y le besé la frente
Nosotros siempre nos hemos odiado. Cómo voy a gustarle ahora? Dicen que del amor al odio solo hay un paso, pero...tratándose de Jack Conway y Armando Grúas sería así?
Acaricié suavemente la mejilla de mi querido Jack, realmente me encantaba demasiado.
Cualquiera se reiría de mí, no me imagino la reacción de Yun o otros compañeros del taller si supieran que este hombre me vuelve loco.
Para cualquier persona el Superintendente es un completo hijo de puta amargado que no sabía hacer otra cosa que gritar y dar de hostias, pero para mí...era simplemente Jack Conway. Un hombre que por lo poco que sé de él, no ha tenido una vida muy gratificante, pero aún así sigue adelante cada día por algo que no me explico, pero el tema es que le admiro mucho.
-Eres muy fuerte, Jack.-susurré en su oído.
Detrás de esa persona fría, seria, a la que solo le importaba el trabajo...he podido encontrar a un hombre con sentimientos, uno que daría cualquier cosa, incluido su vida para salvar a un compañero. Por mucho que les insulte y les pegue en el fondo les quiere. Uno que también tiene sus preocupaciones y sus malos momentos, uno que simplemente...era Jack Conway.
Alguien demasiado único, demasiado especial, alguien que me encanta tal y como es con sus muchos defectos, pero también muchas cosas buenas, aunque ni él mismo las vea. Uno que se ha robado mi corazón y no creo que nunca pueda devolvérmelo. Estoy enamorado de Jack Conway hasta el motor de la grúa, realmente demasiado.
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Armanway, tu media naranja
FanfictionArmando Grúas y Jack Conway siempre se habían llevado mal, pero después de una noche juntos se dan cuenta de que tenían más cosas en común de lo que se creían. Eran tan iguales y distintos a la vez...estaban hechos el uno para el otro. El dibujo de...