*Narra Tsuki*
Por más que trataba, mi cuerpo no reaccionaba. Sus fermonas eran demasiado fuertes. Quería alejar a esa vil basura de mí. Comenzó a mover su trasero sobre el bulto en mis pantalones, cada vez más lento para así "excitarme" aunque lo único que lograba era darme más repulsión y asco. Solo podía pensar mi dulce y tierno pecoso.Yuki: Ya lo estas disfrutando cariño?- Dijo bajando una de sus manos hasta mi miembro.
Tsuki: Ya d-dejame- trate de decir a duras penas.
Yuki: No lo creo, te demostrare que eres mi compañero destinado- exclamó con malicia en sus palabras.
Soltaba pequeños jadeos tratando de no darle la satisfacción a este troso de basura. Rezaba por que alguien llegara.
Empezó a jugar con mi miembro, todavía, sobre la ropa. Su otra mano la apoyó en mi torso, pasando su sucia mano por mi abdomen. Levantó por completo mi polera y le dio una lengüetada a mis abdominales. Cuando sentí eso solo lo pude mirarlo con ira para que parara de hacerlo.
Yuki: ¿Que pasa cariño? no me mires así, no estoy haciendo nada que no disfrutes-
No me di cuenta cuando desabrochó mi pantalón, sacando así mi erecto miembro. Con una mano comenzó a masturbarme. Tocó la punta, que escurría un poco de semen, y lo movió en círculos. Bajó su otra mano para seguir jugando con el resto del tronco. Mordía mis labios tratando de no soltar ningún gemido. Minutos después dejó de masturbarme, creí que por fin pararía con todo esto, hasta que sentí una lengua pasando por mi parte íntima. Me causó un escalofrío. "No, no quiero esto yo solo quiero que esto lo haga mi pecoso" , ví como lentamente introducía mi miembro en su asquerosa boca. Movia su cabeza de arriba a abajo, mientras tanto su legua dento de su boca jugaba con mi miembro, no lo resistí más y solté un gemino llegando a mi límite. Levantó su cabeza y volteó a verme para sacar su lengua en señal de que se había tragado mi semen.
Yuki: O que mal cariño, duras tan poco, pero no importa -dijo mostrando una sonrisa con deseo. En un abrir y cerrar de ojos, bajó sus pantalones junto con sus bóxer.
Sabia lo que seguía, no queria, solo mi pecos tiene el derecho de hacerme esto. Yamaguchi Tadashi podría escupirme en la cara y yo se lo agradeceria. Traté de moverme con desesperación, al final no pude, mi cuerpo no reaccionaba solo se dejaba llevar por el olor de sus feromonas. La basura se me acercó gateando ya desnudo.
Yuki: Relajate cariño, lo vas a disfrutar, yo lo sé-.
Se sentó en mi miembro, metiendolo hasta el fondo, después, abrazó mi nuca pegando nuestros cuerpos. Fue acercando su cara de una manera lenta a la mía. Se detuvo a escasos centímetros de mí y me dió una mirada repugnante que hizo bibrar mi columna vertebral. Acortó la distancia entre nosotros. Fue un beso en el cual yo solo senti repulsión, obviamente, no correpondí el beso. Empezó a a saltar sobre mí haciendo embestidas lentas pero profundas. Él gemia como lo perra que es. Fue hacelerando el ritmo, tanto que se escuchaban nuestras pieles chocando. Estaba apunto de correrme, cuando escuché una voz que reconocí al instante
*Minutos antes en otro lugar*
*Narrado por Yamaguchi*
Me quedé en el salón comiendo. Me pregunto a donde habra ido tsuki. Aunque sé que no está mal acompañado ese tal Yuki no me da buena espina, o tal vez solo sean celos, después de todo él es más lindo, su cuerpo es perfecto y su cabello se ve tan suave. Seguro tsuki lo elegiría antes que a mí, un pequeño pecoso sin ningún atractivo. "Mejor voy a buscarlo". Me paré y salí del salón. Lo busque por toda la escuela y nada. Resignado regreso al salón hasta que escucho gemidos de un pasillo muy oscuro. Lo pensé dos veces, decidí ir a ver que pasaba. Al estar cerca, vi a Yuki montando a tsuki, al ver los ojos de este me miró suplicante, tal mirada me dio valor para hacer algo al respecto.
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♡~Por favor amame Yamaguchi~♡(Tsukishima x Yamaguchi)
RomantizmHola! soy Tadashi Yamaguchi y soy un omega, mi mejor amigo es Kei Tsukishima, lo conocí en la escuela primaria cuando me defendió de unos abusivos, desde entonces le tengo una gran admiración, siempre fui yo quien lo seguía a todas partes, pero ahor...