30→electric love

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La joven heredera toma una ducha con sales esencia de fresa y aceites ilang-ilang, tan normal como eso, no piensa enloquecer porque acaba de tener su primer encuentro del tipo sexual, a los quince, en un baño corriente, y con una chica, sobretodo una chica a la que ha encontrado desagradable desde el primer momento. Cuestiona cada milímetro exacto de su ser en una inspección minuciosa, replanteando todo por lo que alguna vez pasó, entre ello, su sexualidad y en cómo ahora jugaba para el lado equivocado a mucho gusto.

Restriega su cuerpo en la soledad de la bañera de mármol, cuando ya no siente su típica suavidad tira la esponja lejos. Su cuerpo es extraño ahora, como si una parte de él hubiese estado dormido y hoy por fin hubiera despertado, como si sus senos, caderas, vientre, muslos y su intimidad estuviesen vibrando por haber cobrado vida; como si todo hubiera encontrado el sentido.

¿Puede ser que sus hormonas avivaron con Park?

Está claro que no le gustan las chicas, de hecho, la mayor parte del tiempo suele comportarse como su hater #1, y no es por nada más que por cómo se ha ido estereotipando el género femenino de su edad o contemporánea: delicadas, risueñas, sumisas, incompetentes, chillonas, tímidas, complacientes... y lo peor de todo, la necesidad constante de aprobación masculina como misión vital. No se considera a sí misma una misandrica, pero le parece que una mujer tiene más capacidades que complacer y sonreír; piensa en que hay más en el mundo que encasillarme como un modelo estrictamente perfecto de acompañamiento.

¿Por qué una niña con esas mismas cualidades y peores le hace sentir de esta forma? Además de que Park es tan corriente, no tiene una gran personalidad que destaque aparte de andar por ahí incomodando con sus amanes extra-amables y sonrisa retorcida de stalker. Park Roseanne es de aquellas perdedoras que se esconden detrás de un estante para grabar como estornudas y luego arrastrarse a recoger el pañuelo usado sólo para presumirle a todo el mundo que estuvo cerca de una celebridad, o de esas roñosas que le hornearían un pastel a la profesora y pastelillos a toda la clase en cada maldita presentación de proyecto; es del tipo creepy-dulce, simplemente aterrador.

Aun así, si tuviera la oportunidad de devolver el tiempo y deshacer exactamente todo lo que hizo, en definitiva, no lo haría. No puede arrepentirse de algo que le causó tanto placer.

¿Se sentirá igual con un chico? Se pregunta a sí misma, de inmediato se incomoda de imaginarse las manos torpes, apresuradas, el vello rasposo, largo ¡y la falta de delicadeza! de un chico; enjabona sus pechos, sus pezones se yerguen por recordar esta vez el tacto tibio de la colorada.

Más tarde la burbuja se le explota por andar repasando ciencias biológicas y química avanzada mientras come pretzels recién salidos de la cocina, los pensamientos se desvanecen, así como así porqué Min termina por asimilar que no es la maldita gran cosa, sólo se involucró sexualmente con una chica, ya para el día de mañana verá como cerrarle la boca a esa niña.

El matrimonio Min-Nishi ha llegado hoy de uno de aquellos países petroleros tercermundistas que a nadie le importa más de lo necesario, ambos se enorgullecen de coleccionar tratos como estampitas de catálogo, ve sus caras pretenciosas de fue-un-éxito comenzar a armar carpetas para el siguiente proyecto.

—¿Te apetecería ir a Macao este fin de semana, querida? —habla su madre, vestida cómodamente con un conjunto deportivo que le encaja bien a su figura esbelta.

Su padre luce musculatura decente con una chaqueta ceñida, ambos se ven más jóvenes de lo usual cada vez que vuelven de adjuntar otra suma millonaria al capital familiar, Min bufa por lo bajo, no entiende cómo pueden hacer de un deporte a un dolor de trasero.

—No, dejen eso para navidad.

—Tenemos que ir el fin de semana porque... —a su madre casi se le salen los ojos con la revelación imprudente que estaba a punto de hacer Taeyong, por ende, le hace señas para que se corrija—. Digo, queríamos ir contigo a visitar a los abuelos.

R O Y A L S  H I L L  H S ♡ 王室の丘 H S → b e g i nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora