17→darjeeling tea

15 0 0
                                    

Mackenzie consigue entretenerse más de los normal con las clases de italiano, incluso, su profesora hace las cosas más agradable, no tiene algo de qué quejarse, ni siquiera de la tarea que es de por sí excesiva.

Es un día bueno, justo comienza con la aparición de un brownie especial en su asiento habitual; ya no se arriesga a intentar descubrir de quien se trata porque sabe a ciencia cierta que le intimidará, y no puede asustar a esa chica y permitirse a que deje de regalarle esos majestuosos postres, al menos por ahora. Su chef no ha logrado recrearlo, ni nadie más, por último ha recurrido al señor Valastro y está en espera para el mes que viene. Ni los chefs estrellas Michelin en Tokyo han conseguido ese sabor exacto que ella quiere. Es el nuevo capricho que aún le persiste.

La hora finaliza y deja el salón con un montón de miradas asesinas clavándosele en la espalda, el año superior no es muy tolerante con la colación de la nueva estudiante junior a su curso, aunque sea sólo por una clase, además, como se trata de Min, a las mayores les molesta el simple hecho de su presencia intimidadora y engreída, sabiendo que ahora ella ha logrado posicionarse en la cima de la jerarquía como Miss Grand Supreme.

—Les hierve la sangre cada vez que me ven. Les irrito la paciencia participando en clase como una sabelotodo entusiasta, incluso si eso no es lo mío —relata en frialdad viendo con desgrado el primer grano que le ha salido a Teiko en el entrecejo—. ¿Qué se sentirá que una chica de un año inferior te patee totalmente en tu propia clase? —suspira en ensueño posicionando una servilleta de tela en su regazo.

En su grupo comparten el rato comiendo un surtido de entradas como samosa, bhelpuri, chole bhature y algo de kati roll, para centrarse en los platillos fuertes como el kashmirir aloo dum y pollo tandoori y tikka masala, un montón de platos de la India que apenas pueden pronunciar o figurar bien, por supuesto que encarga a todo el mundo a googlear por ello. Todo traído de las fueras, cortesía exclusiva de los abuelos de Patel.

La morena está ansiosa de que prueben algo típico de su cultura. Mackenzie manda a traer reservas especiales de bebidas frutales, ya que en serio, ninguna tolera mucho el curry, a excepción de Teiko que parece disfrutarlo y Madí obviamente.

Cada día se avecina como el mejor para las chicas en este grupo, todas tercas y dispuestas con esto de mostrar algo de su cultura, aún no ha sido el turno de Min, realmente se niega a participar, tiene el temor de que los ratos con estas niñas puedan volverse un Sex in the City Japan Ver. Eso conllevaría a presentarlas como sus amigas a sus padres y compartir más que ostentosas salidas con ellas. Estas féminas tienen la convicción de pegársele cual chicles, hasta compiten por ello a su peor modo disimulado.

—¿Qué deberíamos hacer para las vacaciones? —Min vuelve a sentir repulsión en cuanto escucha el uso del plural en Michelle—, me refiero a que si haremos algo esplendoroso, porque tengo en la lista una visita por mi casa en Londres, apuesto a que les encantará tomar el té con la reina en Buckingham, ¡ella tiene un simpático sentido del humor! —se regodea como ella misma sabe o intenta hacer.

Como si tu vieras a la reina todos los días, idiota...

Min entorna los ojos en una sonrisa cínica. —Lo sé, la última vez que compartimos pan tostado, mermelada y té Darjeeling me sugirió que nos zafáramos de pintas y fuéramos a montar a la inglesa. ¡Encantadora! —no olvida la clase en su risa falsa y regocijo por hacer que Marsh se quede congelada en su fanfarronería rota. 

Si hay algo que Min odia, es la arrogancia provocada y sin escrúpulos, más la que es mentira, sabe muy bien como bajar a las personas de las nubes en las que se suben ellas mismas. Aprobaría a Michelle si presumiera la realidad (tal como lo hace ella) pero sólo presume una parvada de frivolidades que si las tiras debajo de la lupa ves todas las irregularidades básicas de una blasfemia barata.

R O Y A L S  H I L L  H S ♡ 王室の丘 H S → b e g i nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora