32→nevada-tan

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Roseanne repara en la aséptica oficina de la coordinadora, continúa ordenando archivos, reenviando e-mails, anotando mensajes en post-it con su respectivo evento, sellando los sobres gruesos de correspondencia y pegando estampas en algunas cartas. La mente le viaja a todos los destinos posibles mientras que sus manos laboran sistemáticamente, ha tenido que aprender de toda cosa relacionada a oficina porque estas coordinadoras son dedicadas, aunque nadie lo crea, tienen mucho trabajo que hacer.

La coordinadora que le suministra su castigo rutinal entra maniobrando una pila de carpetas entre los antebrazos, ve que le cuelgan dos bolsas de panadería también, va rápido a la ayuda, quitándole peso. —Ow, gracias, gracias; traigo los informes psicológicos de secundaria y preparatoria, necesito que los archives en los expedientes de las gavetas, luego lo escanearemos a digital.

Rosé entiende la orden perfectamente, ya no está tan perdida como hace poco, ahora sabe más de papeleos y sobretodo a clasificar, una cuestión importante para un trabajo básico. Puede considerarse una buena asistente. Selecciona la carpeta de primer año. Todas tienen un buen grosor, divididas por las secciones les crea ese volumen. Ve que sólo hay una carpeta roja diminuta diferente a todas las demás.

—¿Qué hago con esto? —la abre para observar un par de hojas sueltas.

—Déjamela a mí —tiene una mueca de cansancio en el rostro arrugado—. Es el informe de una inconsistencia. Debo pasarlo a administración para hacer el reporte.

—¿Inconsistencia? —pregunta siguiendo el orden alfabético.

—Sí —asiente tranquila, haciendo el acopio que Rosé conoce de memoria: preparar té—. En los exámenes psicológicos de la semana pasada, ¿los recuerdas? —Rosé asiente, rememorando la ardua evaluación emocional con preguntas personales desde trastornos alimenticios hasta vida sexual—. Bueno, contamos con que nuestra soberana se rehusó a hacerlo y ahora habrá un alboroto —bueno, nadie estaba muy de acuerdo en responder eso pero sí la escuela dice que es obligatorio, es obligatorio.

Vaya. No hace falta preguntarlo, ¿Min también tiene esa reputación con el personal del colegio incluso?

Soberana... —la colorada sopesa la palabra, siempre hay un nuevo sinónimo para la pestaña de descripción de Min.

—Sí, bueno —la señora ojea la hoja con la preparación del siguiente seminario, pronto se propone a sacar el contenido de las bolsas que desprenden humo, son pastelillos de hojaldre de pollo para almorzar y algunos panecillos con chocolate para la merienda, le ofrece un correspondiente a Rosé—. Min... De tu curso. Realmente da problemas. Ella no se maneja para la escuela. La escuela debe manejarse para ella —Rosé maldice en su interior: otra persona que va a instalarse a hablar de Min como si eso fuera lo único en el mundo; y ella lo hará, porque ya le tiene la confianza suficiente de sentarse delante de ella a escudriñar estudiantes entre tanto y tanto—. ¿Qué tan difícil es rellenar un test psicológico de diez páginas para una pobre coordinadora que sólo busca mejorar sus calidades de estudio? ¡Incluso de vida! Es importante conocer a estas chicas, no queremos albergar psicópatas. ¿Te imaginas otra Nevada-tan*? No puedo ni pensarlo —y tal vez ella exagera un poco, o demasiado—. Pero no me sería difícil leer a Min si me lo propusiera. Es extraño, porque tiene una clara diferencia entre las características básicas de las usuales princesitas... Uhm, ¡aún no puedo concretarlo!

Sí, eso ya lo sé.

—Ojalá hubiera llenado esas hojas, ¿no? —aún lo hiciera en ruso como en el taller de Etiqueta del martes pasado, Rosé inclina la cabeza, ambas han pasado a sentarse tranquilamente a comer, lo harían en la sala común de los profesores como es regular, pero tienen mucho trabajo por aquí—. Es como si tuviera miedo de que la conocieran, aunque demuestre extravagancia siempre...

R O Y A L S  H I L L  H S ♡ 王室の丘 H S → b e g i nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora