·|Lucha y Luz|·

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Sucedió como en cara lenta, el sonido se aletargó y los movimientos a su alrededor se detuvieron como si estuviera sumido en un espacio sideral, la figura juvenil de Kim poco a poco iba cayendo hasta casi llegar al suelo.

SeHun estiró sus brazos hasta sostener el delgado cuerpo del vampiro y cubrirlo con el suyo, observó la cara pálida del vampiro volverse del aún más traslúcida debajo de la luz plateada de la luna, sus ojos gatunos se cerraron dejando caer todo el peso de su cuerpo contra los fuertes músculos del vientre del lobo. El zumbido de otro rayo oscuro fue lanzado contra él tan rápido como la velocidad del sonido, nuevamente con dirección al pecho del vampiro con intenciones de acabar con su vida.

El lobo, furioso por no haber corrido más rápido, desvió el rayo interponiendo su mano siendo esta desprendida de su cuerpo en un corte limpio como consecuencia. Todos los presentes se paralizaron al ver la mano del Alfa Oh caer inerte entre la hierva y las cenizas. SeHun conmocionado de ver parte de su extremidad a un metro lejos suyo aulló de dolor ante el golpe de escozor en su herida, los bordes de su carne cercenada empezando a carbonizarse y desprender un aroma a carne chamuscada y magia negra.

Cayó al suelo por la rapidez del golpe y el dolor al haber sido mutilada una parte de si.

—¡Papá!—gritó Tao con profundo dolor al ver a su padre caer duramente contra el suelo, Minhyuk lo detuvo de acercarse y lo escudó con su cuerpo.

Chanyeol soltó un furioso aullido y se transformó tan rápido que parecieron milisegundos, el crujido de sus huesos despertó del asombro a los presentes y al poco tiempo los demás lobos acompañaron al beta y rodearon al alfa herido quien sostenía su muñón ensangrentado contra su pecho, la playera negra ennegrecida por la sangre del lobo mientras su otro brazo acercaban el cuerpo del vampiro caído.

El dolor no le permitía al can transformarse ni mucho menos curar su herida, sin embargo la preocupación de ver a Kim volverse cada vez más pálido lo obligaron a tomar las manos delicadas entre la suya y absorber el dolor de quien estaba en su regazo tanto como pudiera.

—No me protejan, ¡ATAQUEN!—Rugió el lobo a sus compañeros y manada, el alfa Kim le gruñó ordenes a los suyos y se encaminaron contra la hilera de hechiceros que descendía de con rapidez de las colinas que los rodeaban.

La carnicería empezó a su alrededor, los lobos del Alfa Kim arremetían con furia contra los hechiceros que emergían de  todas las direcciones, las estelas de luces de magia prohibida iluminaban la noche, los alidos de Kim se colocaron entremezclados  con os suyos con el propósito de cubrir más terreno pero aún así les triplicaban el número, si es que más.

El único en quedarse atrás fue Chanyeol, quien permaneció a un lado del Alfa, interponiendo su cuerpo de dos atacantes, las figuras encapuchadas se mantenían sin atacar, solo amenazando con sus meras presencias.

Somos Sangre Y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora