•|Ahora es un lobo|•

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Ese fue el comienzo de su infierno, de aquel momento que destrozó lo que antes creía que era su vida, de lo que tenía para un futuro, y el instante en el que decidió dejar todo atrás

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Ese fue el comienzo de su infierno, de aquel momento que destrozó lo que antes creía que era su vida, de lo que tenía para un futuro, y el instante en el que decidió dejar todo atrás.
Con muchas peleas de por medio, de gritarse hasta hartarse y que su garganta estuviera rota por el dolor de usarla con tanto ímpetu, imploró quedarse a lado de su amigo.

Jamás dejaría a Luhan, era todo lo que tenía. El amaba a su madre desde lo más profundo de su corazón, sin embargo su presencia en su vida era tan lejana que el pensamiento de alejarse de todo lo que conocía y seguir un nuevo curso lo aterrorizaba mas no le quitaba el sueño, la sensación de cambiar su vida dejaba una agradable sensación de anhelo, sin embargo su vida no estaba cambiando para bien. Ese fue el principio de sus errores. Era un muchacho joven y estúpido, que no tenía experiencias en la vida y que echaba a un lado las cosas que consideraba que no eran importantes, otro gran error.

Después de todo es nuestra naturaleza; equivocarnos, ser egoístas dejar de lado a las personas que no considerábamos importantes o fundamentales en nuestra vida por la idea de perder algo mucho peor e incluso no considerar la desaparición de estas. Pero sobre todo, creer que nosotros somos igual de importantes para esas personas. Y esa fue su historia, su peor error.

Pasaron meses después de la "desaparición misteriosa de LuHan", el día en que ya no fue visto después de haber sido raptado por un grupo de hombres enmascarados quienes se llevaron a los dos para luego dejar a JunMyeon abandonado en medio del bosque sin conocimiento de dónde se llevaron a su amigo, o esa fue la historia que contaba a los policías y a los familiares de LuHan. Recuerda el dolor del pueblo ante repentino evento, los integrantes de la comunidad tristes por la perdida de tan valioso miembro entre ellos, como si un repentino rayo de luz que fue LuHan se desintegrara para solo dejar dolor y oscuridad tras de si.

«Era tan joven y bueno» «No merecía irse cuando tenía una vida por delante» « de seguro fue llevado por tratantes de hombres delicados y mujeres para ser vendido» «ya está muerto» eran solo algunos de los tantos comentarios y rumores que giraron en torno al nombre del rubio. Mas JunMyeon sabía que no podían estar más alejados de la realidad.

El joven desaparecido en cuestión había decidido quedarse junto a lo que le habían explicado, su pareja predestinada, su pareja del alma, su media naranja o lo que sea que signifique, y cómo consecuencia de esa decisión ahora no podría acercarse a su familia como dicen las leyes de los lobos y los humanos hace quien sabe cuantos siglos. Un lobo no podía vivir con los humanos, y LuHan ahora era un lobo.
Gracias a la aprobación del alfa Sehun podía ver a LuHan siempre y cuando respetará las leyes y jamás revelará el secreto de su existencia, y él, como la persona obediente y sumisa que siempre ha sido, obedeció.

—Es diferente- le explicaba LuHan aquel día de lluvia, estaban en la casa que ahora era hogar de su amigo, ambos tomando una taza de café sentados en un par de sillones mullidos con vista al gran ventanal que daba acceso al balcón. Junmyeon escuchaba mientras se acurrucaba en la frazada a causa del frío, a diferencia de LuHan quién su temperatura ahora era superior.
—Puedo escucharlo todo, tus latidos del corazón, las hojas caer al suelo, las aves que se esconden de la lluvia, las gotas caer con fuerza en la tierra. Es abrumador pero con doble claridad, la vez que me desperté luego de haberme transformado en humano de nuevo, aquel día casi me desmayo por todos los sonidos. Quería arrancarme los oídos.

Somos Sangre Y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora