Dolor, traición, condenados.
Vampiros.
Lobos.
Una guerra.
Un elegido
Y almas que buscan la luz a pesar de que está pueda ser demasiado fuerte como para soportarla.
Kim Suho cambió porque fue obligado a hacerlo, recibió una propuesta de auxilio del h...
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Seis años después.
Los vientos corrían salvajes contra su rostro húmedo en un caricia dura , el sudor y la sangre bajando en gotas de su contorno facial en cámara lenta como los latidos de su corazón. Estaba cansado, los músculos le pesaban como el acero puro y su respiración era cada vez más difícil; podía percibir cada estirón de sus músculos contra las gotas de agua salpicando en él.
Lanzó con todas sus fuerzas los tres cuerpos fríos encima suyo con un grito de furia que atravesó el valle en un sonido ahogado por la guerra. Su pelaje negro escurría el liquido negro y apestoso que solo los vampiros poseen en sus venas amoratadas, grandes y puntiagudos colmillos se clavaban con fuerza en una de sus patas desgarrando su carne y tirando de ella hasta dejarla colgada.
Dolía demasiado, la sensación de su carne desgarrada y el olor de sus propias entrañas lo mareaban en náuseas. Cada vez tenía menos fuerza, sus movimientos cada vez más lentos conforme más vampiros se lanzaban en contra suya, ¿así es como moría? ¿morir peleando con sus enemigos mortales?. Las cenizas le picaban la punta de su nariz apelmazada y rota.
Por el rabillo del ojo atisbó a Yifan desgarrando la garganta de una de aquellas sanguijuelas con toda su rabia acumulada por años, los ojos rojos y malvados de aquel ser se apagaron como si un foco acabara de fundirse y dejando como consecuencia solamente un cascaron vacío casi transparente con las venas pálidas y exaltadas cual telarañas sobre su piel sin poros. JongDae a unos metros más allá luchaba desesperado intentando alejarse de tres vampiros que lo rodeaban en un circulo sin escape. Sungmin fue a socorrerlo librando al omega con una fuerte embestido soltando un rugido de victoria al tirar a dos como si se trataran de pinos de bolos, su hermoso pelaje grisáceo manchado de icor negro y suciedad. Los nuevos miembros de su manada, Minhyuk, HyungWon, HyungWoo, Kihyun, JooHeon y Changkyun peleaban para defender a Hoseok quien estaba inerte en el suelo.
Gruñidos a varios metros suyos del alfa Siwon luchando contra otros cinco vampiros mientras su hijo, Kyuhyun, lanzaba zarpadas a otros cuatro, el resto de la manada luchaba ferozmente con bestias que triplicaban su número, sin embargo, ninguno se amedrentaba con el peligro.
Mas nada de eso le importaba a SeHun, solo tenia un objetivo en mente; encontrar a Lu Han.
Ese día muchas horas antes de la batalla todo parecía ir conforme habían creado su rutina de varios años, se levantaron temprano para cada uno irse a sus respectivas tareas después de una sesión de besos y abrazos que terminó en una pelea acalorada, Luhan se quejaba de que se quedaba todo el día solo con el niño mientras él iba de caza y entrenaba a los nuevos reclutas de la manada.
Él como siempre le daba otro beso para callarlo y se iba a tomar una ducha para estar presentable y escapar por unos minutos de la furia de su pareja, el alfa Siwon iba de visita para cerrar un trato acompañado de su manada la cual se quedaría unos días en su casa, esto tampoco le habia agradado a Lu Han quien odiaba tener visitas en su hogar alegando por su privacidad, empezando su actitud territorial cuando nació ZiTao hace dos años.
