Capítulo 12

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Mew se levantó muy temprano para hacerle el desayuno a Gulf, hoy era el día libre del omega por lo que aprovecho para sacarle una cita con su médico de  cabecera. No era normal que su pareja todo el tiempo vomitara, se sintiera cansado y sin ánimos, tal vez por eso últimamente estaba más apegado a él en busca de atención.

— Cuando termine la consulta, dile a Grace que me marque para saber cómo te fue, ire por ti a su casa 

— Mew, ¿Enserio tengo que ir?, ya te dije que debe ser el estrés — chilló Gulf acostando su cabeza en la mesa, ayer estaba dispuesto a ir pero había tenido un sueño feo y tenía miedo de que tuviera algo grave.

Mew alzó la ceja mirando serio al omega, noto la molestia de este, su aroma era amargo. Se sentó a un lado de su pareja, lo tomó de la mano y lo miró.

— ¿Qué pasa?, ¿Por qué de repente ya no quieres ir?

— Tengo miedo....— confesó — ¿Y si tengo algo malo?

— Eso no lo sabrás sino vas, tranquilo cariño, sea lo que sea estaré contigo y no te dejaré solo, confía en mí

— ¿Lo prometes?

— Lo prometo

~ • ~

Gulf miro hacia todos lados de la blanca habitación, se sentía ansioso. Hacia la años que no veía a un médico, en realidad eran contadas las veces que había visitado uno desde que era pequeño hasta ahora.

Las veces que se enfermaba, la señora NGam Chit jamás se preocupó por él, ni medicamentos le daba o cuidaba de él, simplemente lo encerraba en su habitación bajo llave, si es que le podía llamar así al pequeño cuarto dónde dormía. La única vez que la señora NGam lo llevo al médico del pueblo fue cuando se presentó su primer celo.

Fue un lunes de marzo por la noche, después de regresar de trabajar para poder pagar la matrícula de la secundaria a la que asistía. Se empezó a sentir mal, su respiración de volvió cada vez más irregular, su cuerpo ardía, pequeños espasmo en todo el cuerpo le hicieron caer repetidas veces ante de llegar a su vieja cama, pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, se mordí la mano para que no soltar un grito de dolor. El aroma a durazno que inundó su habitación, le hizo saber que sería un omega, una enorme tristeza golpeó más su roto corazón.

Ningún alfa iba a querer un omega feo, pobre, inútil y sin familia como él, la señora NGam Chit junto con la hija de esta, se encargaban de recordarle lo miserable que era su vida. Lo único que le agradecía fue a ambas betas fue la ocasión que le hizo ver que no era nada de lo que ellas le gritaban todos los días.
Le había costando mucho subir su poca autoestima con la ayuda de una de sus vecinas omegas, ella se había encargado de que se amará y se aceptará tal y como era, que todo lo negativo que había vivido que lo usará como motivación para salir adelante, incluso el esposo de la mujer, le había enseñado a defenderse de las personas. Ellos se habían encargado de hacer un omega fuerte.

— Gulf, Gulf — una dulce voz lo hizo volver a la realidad, sonrió al ver la cálida sonrisa de la señora Nouch mientras sostenía su mano. Miro un par de segundos sus manos entre lazadas, se sentía tan cálido aquel tacto, tan bien.

— Lo siento, ¿Qué pasa? — preguntó avergonzado, no sabía por cuando tiempo se había perdido en sus pensamientos.

— Te estaba preguntando que ¿Qué tipo de malestares has tenido y cuándo empezaron? — hablo el médico que tenía frente él

— Tal vez hace unas semanas, son vómitos, mareos, todo lo que como lo regreso, pero es por estrés, ya me había paso en otras veces

— No podemos estar seguro de que es eso — hablo le médico comenzando a llenar el expediente del omega.— ¿Tienes pareja?

| Hasta que te conocí | - [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora