Cap. 52

153 26 1
                                    

Cuando dejaron de discutir nos reunimos todos en el despacho al que nos había llevado primero Charlotte.

–La verdad es que aún no se saben las causas del ataque, pero ahora mismo vosotros sois lo único de confianza que me queda –Explicó el presidente suspirando con el aura notablemente tensa–. Lo mejor que podemos hacer es calmarnos y esperar a obtener más respuestas.

–Y toda la gente que quedó en el hotel? –Dudó Claus cruzando los brazos.

–Todos volverán a sus casas, se ha solicitado que, hasta nueva orden, todos estén en un sitio seguro –Respondió con calma antes de mirarme–. Tus padres también serán llevados a un sitio seguro, estarán bajo la protección de Abel igual que Klari.

Solo saber eso me llegaba para estar más tranquilo.

Todo saldría bien.

–Entonces esperemos y veamos como va sucediendo todo –Concluyó Siro apoyando su brazo encima de mis hombros.

Acepté su gesto pasando mi brazo por su cintura para pegarme a él.

–Lo único que os pediré es que no salgáis de aquí ni tratéis de contactar con nadie de la superficie, si lo hacéis podrían encontrarnos y ahora mismo tenemos que evitar eso a toda costa –Siguió hablando apoyándose en su escritorio–. Por lo demás tenéis todo a vuestra disposición, la cocina, el gimnasio, televisión, todo lo que hay lo podéis usar sin miedo. Oh! Y también agradecería que me llamarais Luis, olvidaos de las formalidades.

–Y mi misión? –Interrumpió Claus dando un paso al frente tenso y con un aura verde intenso.

–Se que es muy importante que protegieras y vigilaras a esas personas, pero he tenido que informar de su posición, otra guardia tendrá que encargarse, si no hubiera coincidido con el juicio seguirías con ellos, pero no es el caso y te necesito aquí –Explicó directamente y sin dudar.

Así que la misión de Claus era la de proteger a gente.

Se podía ver perfectamente en su aura que la respuesta del presidente no le gustó, pero se mordió el labio y lo aceptó.

No preguntamos mucho más así que cada cual se fue por su lugar.

Claus se encerró directamente en su habitación.

–Vamos a cambiarnos, esto de llevar el uniforme es horrible –Comentó Siro abriendo la mochila que preparó a toda prisa.

Y sacó ropa de cambio para los dos.

–Que cogiste? –Pregunté viendo que se quitaba la chaquetilla del uniforme.

–Tus cosas de dibujo, los cargadores de los teléfonos y una muda de ropa, si lo llego a saber cojo 2 mudas, o un pijama –Suspiró colgando en una percha la chaqueta.

Yo me quedé viendo la ropa que había traído para mi mientras el se desabrochaba la camisa.

Unos jogging grises con una camiseta azul marino...

No sabía cómo me sentía ahora mismo.

–Cielo? –Dudó Siro devolviéndome a la realidad.

Me miraba con un aura entre azulada y violeta con la camisa completamente desabrochada... y yo no me resistí a meter los brazos por el interior de su camisa para abrazarlo.

–Cariño, que pasa? –Preguntó más preocupado todavía devolviéndome el abrazo.

Que no entendía como me sentía... aún estaba algo ahogado por todo el caos y las auras chillonas de todos en la sala del juicio, no conseguía calmarme y olvidarlo, pero a demás con lo que había ocurrido...

Black (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora