Cap. 46

182 26 3
                                    

Escuchar el ruido de la ducha fue lo que medio me despertó.

Remoloneé un poco más en cama, pero al ver que Siro no estaba al final me incorporé.

Ya tenía el pijama puesto y estaba completamente limpio.

Supongo que habría sido Siro, ayer habíamos caído rendidos nada más terminar un par de rondas.

Recordar lo bonita que fue nuestra medio cita ayer me hizo sonreír como un tonto viendo el peluche que le conseguí en el puesto de tirar a los globos.

Ojalá la noche de ayer hubiera durado más, aunque ahora estaba algo cansado.

Bostezando me froté los ojos tratando de despertar dándome cuenta de que tenía algo en un dedo.

En el dedo corazón de la mano izquierda, para ser más exactos.

De la nada tenía un fino anillo con el centro de cristales todo al rededor que me iba a la perfección en el dedo, ni me iba pequeño ni me iba grande.

De donde había salido?

–Despertaste? –Preguntó Siro tras salir del baño solo con un pantalón puesto.

Su aura era calmada y blanca.

–Si... y esto? –Dudé enseñándole mi mano.

–Un lindo anillo para una linda persona –Respondió sonriendo perdiendo el blanco para teñirse todo de rosa.

Escuchar eso me hizo ponerme algo colorado agarrando mi mano con un poco de vergüenza.

Pero al mismo tiempo estaba feliz.

Los regalos de Siro siempre me hacían feliz.

–Te gusta? –Preguntó sentándose a mi lado dándome un beso de buenos días.

–Casi tanto como tu –Contesté dándole otro beso.

–Me voy a poner celoso entonces –Bromeó antes de darme otro beso.

Despertarme así después de unos días tan tensos me hacía más que feliz.

Pero bajar al comedor a desayunar con los trozos de bizcocho que cogimos ayer y encontrar a su padre con Abel hablando algunas cosas del trabajo volvió a hacer resurgir el aura verde y violeta tapadas por el marrón.

Esperaba que el juicio pasara lo más rápido posible para que Siro pudiera volver a estar tranquilo de verdad.
.
.
.
–Y ese anillo? –Dudó el Maestro esperando con nosotros que llegara el coche que nos llevaría al juzgado.

Al final el lunes entero me lo pasé tratando de animar a Siro de nuevo... y digamos que lo conseguí solo en partes.

–Me lo regaló Siro –Respondí con orgullo hasta queriendo presumirlo un poco.

Los pendientes que me regaló por mi cumpleaños y que absolutamente siempre llevaba se notaban menos para presumir.

–Me alegro –Murmuró volviendo a poner la mirada al frente apareciendo algunos tintes rojizos entre su marrón.

Parecían un poco entre envidia y vergüenza...

Pero el coche que lo llevaría junto a su guardaespaldas apareció y se fue antes que nosotros.

El nuestro apareció al poco y también subimos para irnos.

–Deberías ponerte la capa antes de llegar –Comentó Siro siendo el que la llevaba al yo haberme puesto algo tozudo.

No tenía ganas ningunas de llevarla por muy calentita que fuera.

Aun así tuve que ceder y me la puse con su ayuda y algunas dificultades, enganchándola a los hombros del uniforme Archer y con las cadenas con broches que la cerraban por el frente.

Black (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora