Cap. 33

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De alguna forma terminé en una azotea.

–Todo listo? –Dudó el Maestro mientras yo cerraba la puerta.

Aquí hacía incluso más frío que en la calle.

–Si, tiro directo y sin obstáculos –Confirmó una chica de cabello corto con un arma de francotirador listo–. La zona está acordonada y se ha impedido el paso de peatones. Todos están a la espera de su señal.

Que demonios estaba pasando.

–Ven aquí –Ordenó el Maestro al ver que me había quedado atrás.

Pero ver a esa chica igual que como vi irse a Claus no me daba ningún tipo de seguridad.

Aún así obedecí y me acerqué a donde decía él agachándome como ellos.

–Ves al hombre sentado en el banco? –Preguntó señalando hacia un banco en el paseo marítimo.

Si, lo veía perfectamente, era la única persona en el cacho de calle que podíamos ver desde aquí.

–Fue el que os atacó en el centro comercial –Siguió explicando al ver que solo asentía con la cabeza–. Aquí te toca elegir, quieres luchar por una vida normal? O prefieres que el trabajo sucio lo hagan otros?

Y al decir eso último señaló a la chica a mi derecha.

–No entiendo –Murmuré mirándola a ella como esperando que alguien me explicara.

–Si vas a luchar por tu propia normalidad dispárale –Cortó casi haciendo que gritara por lo que decía–. Sino lo hará ella.

–Como quieres que le dispare!? –Salté pero sin levantar demasiado la voz por miedo.

–Como te ha enseñado Mirai –Respondió como si fuera lo más obvio.

–No digo eso! –Insistí sin entender como ambos podían tener un aura tan tranquila–. Es disparar a alguien por la espada! Y si no es él!? Yo ni siquiera lo pude ver!

Pero la respuesta del Maestro fue sacar fotos que me mostraron lo que había ocurrido en el centro comercial enseñaban perfectamente su cara descubierta.

–Lo ha reconocido uno de los asignados de patrulla –Explicó mientras yo levantaba la cabeza hacia esa persona sin aura sentada ahí–. Si el problema es disparar por la espalda tranquilo, baja ahí abajo, plántate frente a él y dispara a 3 pasos de él sin siquiera temblar.

–No soy un soldado Maestro –Seguí negando sin entender que quería conseguir–. Usted dijo que estaba bien, que me enseñaría a defenderme, no esto.

–Te estoy dando la oportunidad de tener la vida normal que pides –Respondió volviéndose su aura marrón pesada e intimidante–, quieres que te dejen de perseguir como una damisela poniendo en riesgo a Siro por tener que defenderte? Mátalo sin dudar, los corruptos van a pillar la indirecta perfectamente y te dejarán más tranquilo. Prefieres no hacerlo? Pues ella disparará y tu hoy volverás a casa con el mismo miedo a que aparezca tras cualquier esquina un corrupto, por que para ellos vas a seguir siendo una damisela, el resto hacen el trabajo por que tu no puedes, eso te hace un objetivo extremadamente fácil.

Objetivo extremadamente fácil...

Lo era, actualmente lo único que se me daba inexplicablemente bien era el tiro con arco...

Por lo demás era un completo inútil, Siro era siempre quien terminaba peleando.

Siro...

–Si no puedes dilo alto y claro y terminamos con esta tontería –Exigió el Maestro mientras la chica ya se ponía en posición.

Black (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora