Cap. 25

218 30 1
                                    

Al final ponía la mano en el fuego a que Aike no había dormido más una vez despertó.

–Café? –Dudé al levantarme y verlo en la cocina mirando la cafetera.

Olía a café recién hecho.

–Se que tu tomas café, así que preparé un poco como me enseñó mi madre –Respondió antes de girarse y sentarse en una silla cualquiera.

Su aura era roja y espesa... pero no conseguía entender si era rojo de enfado o de impaciencia.

–Que ocurre? Tuviste más pesadillas? –Dudé poniéndome a su lado acariciando su cabeza.

Ni siquiera se lo planteó antes de apoyar su cabeza en mi y abrazar mu cintura.

–De verdad crees que surtirá efecto? Que con una manta y tazas podré dormir? –Dudó cambiando su aura roja a una violeta pura y nerviosa.

Ayer estaba demasiado bien como para que fuera para siempre...

–Hay que intentarlo, si hay que poner más que eso se pondrá lo que sea necesario –Contesté siguiendo acariciando su pelo.

–Como consigues sentirte seguro? Hay algo que mires aquí que te recuerde a la casa de los Archer? –Preguntó consiguiendo soltarme para limpiarse las lágrimas.

–No, nada me recuerda a lo que antes era mi hogar –Respondí agachándome frente a él comenzando a recordar muchas cosas.

Había pasado por muchas misiones.

–Entonces es por la preparación psicológica esa? –Insistió mordiéndose el labio inferior al sentirlo temblar.

–No... –Negué de nuevo agarrando su mano y levantándome de nuevo– mejor vamos a hablar en el salón.

Aike no se quejó y se puso en pie conmigo caminando al salón y sentándonos en el sofá.

–La verdad es que yo también me he llegado a sentir inseguro en la casa de los Archer –Comencé a contar dejando que se apoyara en mi mientras le agarraba la mano–, ya no sólo cuando era niño y ocurrió tu desaparición, no tenía pesadillas ni lo pasaba tan mal como tu, pero si recuerdo esa inseguridad... pero cuando Claus comenzó a trabajar para el presidente fue muy diferente.

Aunque tratara de ocultarlo, esa época fue complicada, no me sentía seguro trabajando para ellos y de las misiones que pudieran mandarme.

No me sentía seguro de nada que me hubieran dicho.

–No llegué a las pesadillas tampoco, pero si me pasó lo mismo que a ti, era incapaz de relajarme y bajar la guardia, pasé días durmiendo lo mínimo y lo necesario –Seguí hablando viendo en sus ojos la curiosidad mientras su aura me transmitía duda–. Un día me asignaron a una misión de campaña, son misiones que duran varios días... la mía era corta, no iba a pasar mucho tiempo fuera. Me sentí seguro en el campamento, pensé "estoy acompañado de otras 4 personas fuertes, que puede pasar?" y fui capaz de dormir como no dormía en casa... el segundo día hubo una emboscada mientras estaba de guardia en el sitio abandonado donde nos estábamos refugiando y organizando... perdí a 2 compañeros y me separé de los otros 2 en una ciudad completamente desconocida y sin forma de contactar con nadie... a demás una ciudad controlada por poseídos...

Había sido largo... muy largo.

–Sobreviví una semana solo, alerta hasta de mi sombra y con más tensión de la que podía soportar, solo cerraba los ojos para dormir, con suerte una hora, en callejones oscuros y me alteraba el más mínimo ruido... hasta que me encontré con los 2 compañeros que aún quedaban vivos sobreviví como pude, para mi suerte uno de ellos era considerablemente mayor que yo en experiencia y abortó misión sacándonos de la ciudad para dar la alerta roja por fallo de misión... mejor huir si sabes que no vas a ganar y vivir, que morir y ser una pérdida más por la que llorar, eso fue lo que me dijo... Al no estar herido de gravedad ni nada ese mismo día volví a casa a dormir... nunca más fui incapaz de no sentirme seguro en casa. Supongo que por que viví la inseguridad en mi carne por una semana llevándome al límite y el propio cargo de conciencia de haberme confiado en mi propia guardia, pero ahora se muy bien donde sentirme seguro y donde no.

Black (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora