one shorts de ZoroxRobin.

#39

El sol quemaba con intensidad, incluso en la sombra el viento caliente te quemaba hasta los huesos, justo en este momento estaba sentada fuera de mi casa con Franky, mi mejor amigo de toda la vida, entre nosotros dos se encontraba Nami, quien se sentaba en ese lugar para evitar estar rodeada de Luffy y Sanji, quienes estaban comenzando una disputa por su amor de forma "Discreta" pero nosotros lo notabamos muy bien.

-¡Ve nomas!- grito en un susurro mi amiga dando un sorbo a su bebida.- A ese tipo no lo había visto por aquí, pero no me molestaría que pasara todos los días.

Me gire a donde ella señalaba y a lo lejos se veía caminar a un muchacho alto, llevaba camisa de Manga larga y un pantalón, ambos color negro, en su espalda una mochila y una gorra sobre su cabeza, miraba un poco confundido en todas direcciones y se coloco de pie justo frente a la casa de los vecinos de enfrente, me quedé mirando un poco desconfiada en esa dirección, ¿y si quería robar? El miró hacia todos lados pareciendo un poco confundido.

-¿Debería preocuparnos?- Preguntó Franky mirando hacia la casa de nuestra vecina.

Mi vecina de enfrente era una mujer muy mayor, su esposo e hijo la habían dejado sola hacia más de quince años, ambos habían viajado hacia el norte para conseguir trabajo y mantenerse, pero ninguno había regresado o por lo menos con vida no, el hijo tenía tan solo diez años cuando se fue y no se supo mucho más de él, sólo que mandó dinero por todos esos años hasta hace algunos meses que desapareció y dejó de mandarle dinero.

Su esposo había sido encontrado muerto, al parecer fue engañado y usado como carnada  cuando quiso cruzar la frontera, fue secuestrado y torturado, pero había sido un error, lo usaron para fingir la muerte de otro hombre, fue muy trágico y ella jamás se recuperó de eso.

-Voy a ir a ver que esta pasando.- Sanji se puso de pie y justo vimos al muchacho abrir la puerta de la casa, puerta que conectaba al patio delantero, me puse de pie preocupada.

-Joder, cruzo la cerca.- di un par de pasos hacia la puerta del patio de mi propia casa y él entró a la casa de mi vecina.

Se escucharon gritos y logré escuchar hasta acá el llanto, pero no era un llanto de tristeza, eran gritos de euforia y de alegría, se alcanzaban a ver sobresaliendo al chico abrazandola con fuerza.

****

Ocho de la mañana, me levante gracias al ruido que estaba haciendo alguien en la casa de enfrente, abrí un poco los ojos y miré por la ventana.

-Está delicioso.- Habló Nami, quien estaba sentada en la orilla de la cama mirando con detenimiento a nuestro nuevo vecino.

Estaba sin camisa, llevaba solamente un short y zapatos de trabajo mientras removia la tierra del pobre jardín olvidado, mi amiga y compañera me sonrió.

-Tiene toda la mañana así, no sé si es un trabajador o un amigo de la familia, pero me encantaría que podara mi césped... Y a mi.- me miró elevando una ceja y comencé a reír.

Sin duda estaba muy bueno, tenía un cuerpo muy trabajado, los músculos de su cuerpo me llamaban y me daba envidia ver las gotas de sudor correr por si pecho desnudo.

-Lástima que yo lo vi primero.- dije mintiendo, ella lo había visto primero ayer, ¡pero tenía detrás a dos hombres!- Me lo pido.

-No puedes, Franky esta loco por ti, no puedes convivir con otro hombre más que con él.- Frunci el ceño con desagrado, no me gustaba que insistiera tanto con eso, él no me gustaba, me agradaba mucho pero no era de mi agrado en ese estilo.

-Ya te he dicho que no me presiones con eso, es un buen amigo y sólo eso.- Me encogi de hombros y luego me gire a la ventana, en donde nuestro nuevo vecino nos miraba con el ceño muy fruncido y los brazos cruzados.