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-Espero que no esté enferma.- Susurro chopper caminando por cubierta en dirección a la habitación de Robin, pues ya era algo tarde y no la había visto en cubierta.

Camino por el pasillo con pasos tranquilos esperando encontrarla dormida o tan concentrada en algún libro que habría olvidado dormir, pero la escena que encontró tras abrir la puerta fue un trauma para sus pobres ojitos.

Robin estaba dormida, pero no estaba sola, ella estaba con los ojos cerrados y el rostro muy relajado mientras Zoro se encontraba profundamente dormido abrazado de ella y escondiendo su rostro en el pecho desnudo de ella, al parecer ninguno llevaba ropa, lo cual alertó aún más al pobre reno, quien ahogo un grito.

Cerró la puerta con delicadeza y comenzó a dar saltitos de pánico, los había visto en una situación muy comprometedora ¡y nadie más sabía! ¿Debía decirles? ¿Guardar el secreto? ¿Esperar a que despertaran y darles recomendaciones? Dando saltitos para alejarse choco con alguien y maldijo.

Levantó la mirada encontrándose con Nami, ella elevo la ceja curiosa y luego señaló al pasillo.

-Deberías ir a la cocina, Sanji esta terminando el desayuno, yo voy a ir a despertar a Robin.- chopper negó rápidamente.

-¡Acabo de ir con Robin!- Dijo poniéndose frente a ella.- está dormida todavía.- Nami elevo la ceja y  dio un paso más hacia la habitación.- Creo que deberíamos dejarla dormir, parece que esta cansada.

-Ire a despertarla, cuando duerme mucho le duele la cabeza y estamos por llegar a una isla, quiero que me acompañe sin estar molesta y espero que lo primero que haga al despertar sea tomar café.- lo dejo de lado y comenzó a caminar en dirección a las habitaciones, Chopper entró en pánico y comenzó a correr detrás de ella.

-¡Nami! ¡Yo la despierto! ¡Ya iba yo para allá! ¡No te preocupes!- el reno comenzó a seguir los pasos y se coloco justo frente a la puerta.- Ve tranquila, yo venía para acá por que quería hablar con ella.

La pelinaranja se rindió y se dirigió a la cocina con esperanza de poder bajar a la isla con su compañera.

Chopper dio un profundo suspiro y abrió nuevamente la puerta de la habitación, solamente que ahora Robin abrió un poco uno de sus ojos y le hizo una seña de silencio, chopper mordió su labio visiblemente incómodo y Robin elevo la sabana un poco mientras varios brazos extra le acercaban una camisa.

Se intento separar un poco del peliverde, pero él apretó el agarre con fuerza escondiéndose en su pecho, Robin comenzó a reír y lo movio un poco de los hombros.

-Despierta, alguien nos ha descubierto.

Zoro abrió su único ojo sano con pánico y se sentó en la cama, encontrándose con el pequeño reno con mejillas muy sonrojadas.

-Es chopper.- susurró encogiendose de hombros y volviendo a acostarse.

-¿Que creen que están haciendo?- pregunto preocupado el pequeño reno.- ¿Y si los descubren? ¿Y si Sanji hubiera entrado?- dijo saltando a la cama y despertando nuevamente al peliverde.- ¡Es peligroso!- Robin comenzó a reír, bajo de la cama con la camisa puesta y un ajustado bóxer color negro, tomo del suelo un pantalón y se lo puso, después volvió a sentarse en la cama.

-Dudo mucho que alguno de ellos entre a mi habitación sin tocar.- murmuró la morena acariciando el cabello del peliverde, quien se acomodo entre sus piernas y miró a Chopper con su ojo entrecerrado.

-No somos idiotas, sabemos tener discreción.- susurro Zoro bostezando y luego sintió el jalón de cabello del pequeño reno.

-¡Claro! Nami estaba preocupada de que Robin estuviera enferma ¡estuvo a punto de entrar a la habitación!- los señaló a ambos con un poco de pánico.- ¿Saben que sería un desastre si todos se enteran? ¡Sanji se volvería loco!

-Tranquilo, nadie nos va a descubrir.- respondió Robin con calma.- ¿Por qué no vas a la cocina? Nosotros te seguimos en un segundo.

Chopper asintió un poco dudoso y dejo a la pareja sola, Zoro se acomodo mejor entre los brazos de la morena y cerró los ojos, Robin sonrió acariciando su cabello y disfrutando del pequeño momento en el que él demostraba su afecto.

-Me gustaría que este momento fuera eterno.-Susurró ella en voz baja, Zoro levantó la cabeza un poco y con una pequeña sonrisa plasmada en los labios la beso, luego la hizo acomodarse con él.

-No me gusta la idea de que sea eterno, prefiero crear miles de recuerdos a estar viviendo solamente uno.- Robin sonrió y se levanto de la cama.

-Vamos a vivirlos antes de que venga alguien más a buscarnos.- le guiño un ojo mientras se ponía ropa más adecuada.- Podremos escabullirnos un poco en la isla e ir a beber algo.

Zoro asintió algo emocionado y se puso de pie para vestirse, ansioso por bajar a la bendita isla y perderse entre  los árboles con una botella, dos copas y la mujer que lo volvía loco cada mañana y noche.

Era algo común en ellos al llegar a una isla, armaban una mochila y se perdian, a veces entre árboles, montañas o dunas de arena, pero se perdian de su grupo para entrar en su pequeña burbuja, y esperaban que eso fuera eterno.

one shorts de ZoroxRobin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora