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Las gotas de lluvia fría caían por mi cuerpo y empapaban la ropa con rapidez, sentía el agua comenzar a deslizarse por la piel expuesta de mi cuerpo conforme daba pasos descalzos por cubierta

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Las gotas de lluvia fría caían por mi cuerpo y empapaban la ropa con rapidez, sentía el agua comenzar a deslizarse por la piel expuesta de mi cuerpo conforme daba pasos descalzos por cubierta.

La lluvia era agradable, eran pocas las veces que podía deleitarme con la sensación del agua corriendo por mi cuerpo sin la sensación de asfixia o desesperación.

La cubierta estaba solitaria, realmente dudaba qué hubiera alguien en pie a las dos y media de la mañana, pero eso estaba bien, no tenia problemas en mantenerme en soledad, mucho menos cuando esta soledad me acompañaba al desnudar mis emociones, anhelos y miedos.

La lluvia me había sorprendido por completo a mitad de la noche, el escuchar las gotas de lluvia chocar contra el techo de la habitación me había hecho despertar un poco paranoica, así que decidí salir a despejar un poco mi mente y de paso recorrer el barco un poco.

Pero solamente me había llamado a sentir el agua contra mi para lavar las preocupaciones.

El agua comenzaba a hacer pequeños charcos en el suelo así que aproveche y tome asiento para empaparme mucho mejor.

Abracé mis piernas y me sostuve con fuerza, recargando mi rostro sobre los rodilla para dar mayor estabilidad al asunto.

Y así me quede.

No había lagrimas, tampoco sentimientos de pesar en el pecho, no me sentía cohibida o triste, mucho menos deprimida, la paz me rodeaba, mi pecho se inflaba con tranquilidad y mi mente se dispersaba cada vez más, dándome la sensación de somnolencia perfecta para poder volver a la habitación y caer dormida dentro de poco.

Aunque claro que la lluvia aumentó, golpeaba mi espalda con fuerza y me sentí incluso siendo masajeada, como si el agua supiera mis dificultades para conciliar el suelo y quisiera ayudarme de algún modo.

Aunque poco después, cuando el sueño estaba siendo mayor e iba a ponerne en pie para ir a dormir, el agua dejó de sentirse sobre mi piel, pero seguía escuchando los golpes que daba contra la madera del barco y el viento frío correr contra mi rostro, manchando mis mejillas con diminutas gotas rebeldes que alcanzaban a chocar.

Levanté la mirada para encontrarme con una figura oscura de pie frente a mi, relucia una botella color verde de una mano, botella que fue puesta en el suelo.

Y sin decir palabras se posiciono detrás de mi, contra mi espalda para poder recargarse, no dijo nada, simplemente se quedo en silencio chocando su espalda con la mía.

Realmente quería preguntarle qué era lo que estaba pasando o qué estaba haciendo, pero el silencio fue realmente agradable y su piel irradiaba muchísimo calor, una sensación agradable de familiaridad qué me hizo sentirme aún más somnolienta de lo que ya estaba anteriormente.

Cerré los ojos nuevamente, no necesitaba palabras cuando la cercania era tanta, ni cuando su cuerpo me daba muchísima tranquilidad, así que decidí dejarme llevar con la agradable sensación de nuestros cuerpos en un contacto tan íntimo pero tan banal qué no me di cuenta de cuando llegue a quedarme dormida.

one shorts de ZoroxRobin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora