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Admiré la copa de vino a la mitad sobre la mesa y alargué un suspiro de cansancio, frente a mi se posicionaban los dos boletos para la magnífica gala y exposición de arte antiguo que habría en la isla, pero Nami se había ocupado a última instancia y me había cancelado.

Y realmente me sentía un poco desganada tras haber visto su mala excusa para ir corriendo junto a Sanji a la isla.

Nami había sido quien había conseguido los boletos, ella se había visto emocionada por ir y ver todas las obras de arte, pero sobretodo por rodearse de gente millonaria dispuesta a perder dinero.

Aunque la idea me había parecido fabulosa cuando me la había planteado, no quería hacerlo sola, era un poco extraño, pero a veces no quería estar sola durante ciertas actividades, y esta era una de ellas.

Tomé un sorbo de vino y escuche la puerta de la cocina abrir a mis espaldas seguido de pasos firmes que supe identificar, el olor a metal y sudor que desprendia su cuerpo era inconfundible, pero no giré, simplemente mantuve la mirada en la copa.

-Nami se ha escapado con el cocinero hace un rato.- Lo escuché hablar, un poco sorprendida me giré a verlo, eran muy pocas las conversaciones que mantenía conmigo, pero sin duda escucharlo dirigirme la palabra era interesante.- ¿No iban a ir a ver cuadros?

No pude evitar sonreir por lo bajo, ¿acaso estaba preocupado? Asentí suavemente antes de pasar mis dedos por mi cabello.

-Íbamos a ir, pero me dijo que le surgió algo y ya no pudo.- Me encogí de hombros omitiendo que de hecho ya sabía que se habían escapado juntos.- Supongo que ese algo fue Sanji.

-¿Y tú no vas a ir?- Se sentó frente a mi y destapó una botella de ron, negué lentamente extendiendo los boletos hacia él.

Y cuando los extendí me tome el tiempo de detallarlo, llevaba una camisa de arca tremendamente sudada, una toalla alrededor del cuello y el sudor corriendo por su frente con rapidez, parecía que se había bañado en el sudor, sus mejillas estaban sonrojadas y su respiración era pesada, un poco irregular.

Le dio un largo trago a la botella antes de tomar los boletos y analizar un poco lo que decía en ellos, los leyó un poco y se encogió de hombros antes de volver a dejarlos en la mesa.

-¿No son todas esas cosas que te gustan? Las que van a estar ahí.

-Me gusta el arte, pero realmente no me apetece ir sola.- Tomé de nuevo los boletos, les di una última leída y los guarde en la bolsa de mi pantalón.- Hay más islas, habrá otras exposiciones.- Tomé la copa de vino y la terminé de golpe.

Me miró con una ceja elevada, luego se puso en pie y dejó la botella en su lugar después de cerrarla.

-¿A que hora se supone que inicia? ¿En una hora y media ?- Asentí de inmediato, ¿tal vez quería los boletos?  No sabia que le gustaba esa clase de actividades.

-Así es, inicia a las siete de la tarde.

-Bien, espero que en una hora estés lista.- le dio un suave golpe a la mesa.-  ¿Qué se supone que debo vestir?

-¿Disculpa?- Pregunté incrédula, él golpeteo los dedos en la mesa.

-Estoy ebrio, no deberías juzgar mis actos.- Se encaminó a la puerta.- En una hora, en cubierta, y si no corres, voy a ganar el baño.

Desapareció por la puerta y me quede unos segundos intentando recopilar toda la información, hasta que caí en cuenta que había dicho que iba a acompañarme, ¡y debía estar lista en una hora!

Me puse rápidamente en pie y corrí en dirección al baño, pero él ya había ganado por que podía escuchar el agua correr, suspire pensando en que el cabello no iba a estar seco a la perfección.

one shorts de ZoroxRobin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora