#77

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-¿Enserio te apetece ir a molestar a las de nuevo ingreso?- Bufé mirando a Sanji y el asintió de forma rápida.

-Te recuerdo que el amor de mi vida es de nuevo ingreso y tengo que ver como ha ido su primer día como universitaria.

Rodé los ojos algo cansado de su relación románticona y sosa en donde lo único que hacían era decirse constantemente lo mucho que se amaban para luego montarselo en grande en cualquier lugar aparentemente cómodo mientras yo debía huir de su vida poco privada y nada íntima gracias a que tuve la gran idea de compartir piso con él.

Eran unos exhibicionistas sin vergüenza.

No tarde mucho en verlo llegar junto a Nami y como de inmediato corrió hacia ella para hacerla enredar las piernas en su cadera para besarla como si no estuviésemos en pleno patio de la universidad.

Fue entonces cuando pude notar algo, una pequeña perdona moviéndose de forma descuidada con la nariz hundida en un libro, sonreí por lo bajo al verla tan distraída, parecía absorta en aquel libro que me dieron ganas de molestarla solamente para ver su mirada, podía apostar que sería divertido sacarla de quicio, tenía un porte bastante elegante.

Hasta que note que alguien la empujó un poco y el libro cayó al suelo, justo chocando con la punta de mis zapatos, la chica suspiro pasando un mechón de cabello tras su oreja y mirando de reojo a quien la había empujado.

Oh, genial, al parecer había entrado a una mala novela cliché escrita seguramente por algún adolescente que soñaba con una vida así, por que justo ahora estaban por meterse con ella.

Otra chica era la culpable, y claro que la reconocí, una pesada de segundo año que se creía que toda la universidad era suya y que creía tener el poder de molestar a quien quisiera o de tener al hombre que quisiera, lo cual era un gran error, pues tras haber coqueteado con Sanji y conmigo de forma descarada al mismo tiempo, recibió negativas por parte de ambos y se le había subido un poco a la cabeza, por lo que ahora era más pesada que de costumbre.

Tome el libro entre mis manos y me dedique a observar todo hasta encontrar el momento adecuado para intervenir.

-Pareces una rata de biblioteca.

-¿No tienes un insulto mejor que ese?- Preguntó la chica elevando una ceja con elegancia.- Incluso pudiste haberme llamado nerd, pero rata de biblioteca esta demasiado usado, ¿Tu cerebro no te da para más?

-¿Acaso te crees graciosa?

-¿Más que tú? No sabía que habría competencia de payasos, para eso no he estudiado, lo siento.

Apreté los labios para contener la risa.

-Joder, te va a ir muy mal, maldita come libros.

-Por lo menos como libros y no hombres.- Le guiño un ojo.- No me intimidas, sé lo que valgo, y créeme, tenemos el mismo valor en el mercado negro.

Claro que un segundo empujón por parte de la pesada iba a ser parte del conflicto, pero la chica dio un suave paso esquivandolo y logrando que ella se fuera contra el suelo.

Observe a la chica caminar rápidamente y recordé el libro entre mis manos, miré a Sanji montarsela muy feliz y la seguí rápidamente.

-¡Hey!

Se giró y señale el libro entre mis dedos, sonrió por lo bajo, pero yo estaba interesado en ella gracias a su actitud anterior, así que no la deje tomarlo, lo eleve por encima de su cabeza.

-¿Qué demonios haces?- Preguntó frunciendo el ceño y estirándose para tomarlo, sonreí por lo bajo.- Tú tampoco eres divertido y si vienes a burlarte es mejor que sepas que no soy indefensa.

one shorts de ZoroxRobin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora