Dekaeptá

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20 de Junio, 3064. Múnika del oeste, Cherville.

Días después del golpe de Estado a Kalon, cuando la gente comenzó a preguntarse qué sería de ellos sin un orden político, Mirana Baku salió de su escondite para dar la cara y decir que sería ella quien unificaría a ambas naciones, y así el mundo, acogería a todos en una sola nación que se sintiera por fin como un hogar, no como una prisión.

Es así, que Kalon y Euonia desaparecieron como naciones independientes y se juntaron para formar Múnika, un sólo gobierno que apenas estuvo a cargo de la General Baku, comenzó a reconstruir ambas naciones después de los rezagos de la guerra.

Ara y Taehyung habían conseguido una casa para ambos colocada en lo que antes era el distrito tres de Kalon, era una hermosa vivienda donde Ara podía criar a sus hermanos de forma apropiada, sin que tuvieran que sufrir más por comer sobras y recibir educación deficiente.

Con un nuevo inicio, todo parecía ir perfectamente bien para todos.

Pero no lo estaba.

Ara Stavrou solamente había leído sobre los traumas de una guerra en los libros que le encantaba cargar a todas partes, historias de valientes soldados que después de la tempestad vivían dentro de sus pesadillas como consecuencia a los horrores que habían visto en batalla; algo que Ara comenzó a vivir en carne propia y se convirtió en un infierno en vida.

Cada noche, dentro de la cama con sábanas de seda de la habitación que compartía con Taehyung, Ara despertaba abruptamente con su corazón a punto de salirse de su pecho, su frente llena de sudor y un grito desgarrador desde lo más profundo de su garganta. Sólo había sido un sueño, pero cuando la pesadilla ya se ha vivido, se siente real.

Sólo era un sueño, pero Ara veía todas las noches el momento exacto en el que la bomba atómica se estrellaba contra el suelo y frente a ella, su pequeño Zeth tan sólo desaparecía entre la explosión, el fuego, el polvo y el humo. Cada vez que cerraba sus ojos, sentía como si al abrirlos volvería a estar encerrada en el búnker de Euonia, o en el campo de batalla, en la plaza del distrito uno; representaba un miedo feroz a pensar que todo lo que sucedía era en realidad un sueño y la guerra no había terminado.

—. ¿Qué haces aquí afuera tú sola?—preguntó Taehyung saliendo al balcón de la habitación, donde Ara yacía sentada sobre el suelo abrazando sus rodillas. Se acuclilló a su lado y le miró ladeando su cabeza.

—. Está a punto de llover...—contestó ella observando el cielo grisáceo y lleno de nubes a punto de descargarse completamente.

—. Lo se.—dijo el joven tomando una de sus manos, separándola de sus piernas—. Por eso he venido por ti. Vas a mojarte.

—. Quiero quedarme a ver la tormenta.

Taehyung soltó un suspiro y soltó la mano de la muchacha mientras escuchaba sobre él los primeros relámpagos que avisaban del comienzo de la lluvia.

—. ¿Por alguna razón específica?

—ella asintió—. Porque el cielo, así de tranquilo como se ve en los días soleados, también necesita gritar.—fue la respuesta de Ara mientras extendía su brazo en el aire, sintiendo como la primera gota de lluvia caía sobre la palma de su mano.

Taehyung le miró con una mueca y se acercó a besar su frente, antes de tomar entre sus brazos su tronco y piernas, cargándola y obligándola a entrar a la casa antes de que la lluvia la calase completamente. Y aunque Ara no pudo evitar no quejarse al ser cargada devuelta a su habitación, estaba completamente indefensa sobre los brazos de Kim y su risa después de ver tu reacción.

Fire Drill; K.thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora