Fire Drill; K.th

Para la mejor de las esposas y la mejor de las mujeres

Ara

Te escribo esta carta porque no tengo del todo claro qué sucederá mañana en la mañana. Todavía no he decidido si quiero disparar o desperdiciar mi tiro, no se cual de los dos es el más correcto.

¿Esto te recuerda a los días que pasamos alejados del uno del otro? Recibir tus cartas era lo único que me mantenía con vida en ocasiones.

Tú eras mi razón para terminar la guerra, y cuando veo a esos niños crecer día con día, me doy cuenta que ellos son ahora mi razón. Y por eso mismo me duele escribir esto, porque aunque no estoy decidido, creo inclinarme más hacia la opción de disparar hacia el cielo.

Créeme, Ara, he imaginado mi muerte tantas veces que parece más bien una memoria. No sabes cuándo llegará por ti, cuando duermes, cuando caminas, un día por la tarde. Y ahora mismo me pregunto si es en este momento en el que me ha llegado.

¿Dime, si veo a la muerte llegar debería huir o dejar que sea así? ¿Cómo será, como una melodía melancólica o solamente un repiquetear agudo? Porque hasta ahora no escucho ninguno de los dos.

Pasé tiempo pensando en cómo quería que me recordaran, pero después llegué a la conclusión de que no es lo que más me importa realmente. Le he obsequiado a cada uno de nuestros niños un regalo, ese es mi legado real.

No es la bala que esté estancada en mis costillas cuando leas esto, tampoco mis estrategias de guerra ni el jardín de la casa donde están nuestras más profundas memorias.

Mi legado es lo que he hecho por la nación, lo que arriesgué porque Colin tuviese una educación, porque Rhea camine con seguridad por las calles, porque Erasmus pueda tener amigos sin importar su raza, religión o género, y para que Ágatha sea libre de ser quien es sin miedo.

Siento que el tiempo se me acaba, en el campo probablemente se sienta incluso más rápido; y como voy a disparar al cielo, veo un pedazo del otro lado, de lo que me está esperando.

Megara está cantando en el otro lado, Zeth está jugando en el otro lado, Hera y Egan están del otro lado, están con mi madre que está en el otro lado, Mirana lidera sus tropas desde el otro lado.

Ninguno me enseñó a decir adiós.

Y entre todas las cosas que surcan entre mi cabeza, la bala, la pistola, los atardeceres, la guerra, el jardín, un ajedrez sin rey, cartas sin destinatario, diarios sin entradas, jarrones rotos, abortos espontáneos y sangre por todos lados; es cuando te encuentro a ti.

Y regreso entonces al inicio de mi carta.

Tú planeaste el golpe de estado, lideraste un ejército entero, construiste nuestra nación desde cero, Ara. Y debes ser tú el peón que cruza el tablero hasta convertirse en reina. Eres tú en quien la historia tiene sus ojos encima, así que, eres tú quien debería tener mi lugar.

Mi amor, tómate tu tiempo.

Te veré en el otro lado.

Atte. Kim Taehyung.