...
...
...
—¿... Dazai?
Joder, joder, joder, joder.
¿Estaba soñando? ¿Las pastillas tuvieron un impacto mucho mayor y ahora alucinaba y escuchaba mal? ¿Se golpeó la cabeza en su escabullida al teléfono fijo? ¿O el sol tal vez-
—Eres Dazai, ¿verdad?
El castaño volvió a la realidad cuando la voz del teléfono volvió a hablar.
—Extrañaba esa voz molesta.
¡La vida por fin le había sonreído! Las posibilidades eran casi nulas y... aquí estaba, hablando con Chuuya porque, tenía que ser él, no hay duda y era imposible que confundiera su voz con la de alguien más. Escuchó cómo este reía del otro lado de la línea, provocando que sonriera inconscientemente. Esa risa, esa jodida y preciosa risa que escuchaba todos los días antes. Por dios, estaba muy feliz, sentía que podía volar de repente.
—Eres un idiota... —escuchó que le decía el pelirrojo y la sonrisa de Dazai solo se ensanchó —. ¡¿Y cómo es eso de que no pudiste despertarme, caballa tonta?!
Y así, su sonrisa se borró en cuestión de milisegundos.
—¡No podía despertarte y decirte, "Ey, me largo, fue un gusto"! —le devolvió él, usando el mismo tono de susurro-grito, porque ninguno de los dos quería despertar a sus respectivos compañeros de casa.
—¡Obvio no lo dirías así, idiota, tonto, caballa, estúpi-
—¡Enano, cabeza hueca, lerdo, babosa!
—¡¿Babosa?!
—¡Sí!
Ese era nuevo.
—.......
Fue un silencio largo, en donde probablemente los dos andaban sonriendo como idiotas, aún procesando que estuvieran hablando por teléfono en la madrugada, porque no era algo que tenían planeado ni mucho menos habían pensando que sería posible de hacer. Se echaron a reír al cabo de unos segundos. Dios... Cómo había extrañado pelearse con Chuuya, era su pan de cada día y, desde que se lo quitaron, había estado deprimido y sin ganas de nada. Era increíble cómo con solo su voz, le alegraba todo el día que había sido una mierda hasta ese momento.
—Te extraño —lo hacía, mucho, como nunca antes. Ni siquiera extrañó a su mamá cuando murió, ni lloró, ni nada. ¿Su padre? Ni siquiera se acuerda de su cara.
Chuuya dejó salir un suspiro.
—Yo igual pero... ¿cómo pasó? —el tono de Chuuya había cambiado a uno más melancólico, triste —. Me desperté a las siete y lo primero que me dicen es que has sido adoptado y ya no estabas, ¿sabes lo horrible que fue? Pensé que estaba soñando.
Dazai se mordió el labio inferior... Sabiendo perfectamente cómo debió sentirse eso porque, bueno, él solo tuvo un minuto para verlo antes de irse y fueron los sesenta segundos más rápidos que tuvo. ¿Se arrepintió de no haberle despertado? Ahora lo estaba haciendo porque tenía unas inmensas ganas de abrazarle y verle.
—Perdón, debí levantarte —se disculpó él en un susurro... en serio debió haberlo hecho, pero la cobardía pudo más que él ese día—. Kunikida me levantó en la madrugada y me llevó a la oficina de Haruno sin explicarme nada. Luego ella me presentó al señor que me adoptó y... solo me dieron dos minutos para despedirme de ti...
ESTÁS LEYENDO
Colores Cálidos
FanficDazai nunca pensó que el niño grosero que conoció en el orfanato, significaría tanto para él. Dos huérfanos que, conforme pasaba el tiempo, más problemas atraían a sus vidas. Ninguno de los personajes me pertenece. Créditos a Asagiri Kafka y equipo...