Recuerdos

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Yo sé que estaban esperando un POV de lo que pasó con Chuuya después de que Dazai se fuera, así que aquí lo tienen... Está larguito como compensación por los últimos, disfrútenlo<3.

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El 30 de abril, día después a su cumpleaños, esperaba despertarse alegre, con un Dazai molestándole por estar más "viejo", que se quejara de sus ronquidos de la noche anterior.

No fue así. 

Ese día despertó con alergia, los mocos le caían por la nariz y tenía altas ganas de estornudar. Lo primero que notó, fue que estaba... solo, completamente solo. No había nadie más en la gran habitación, todos se habían levantado ya y al parecer, habían hecho complot para dejarle dormido, incluido Dazai, excelente. 

—Idiotas... 

Se levantó con flojera, estirando brazos, cuello, tronando uno que otro músculo, y se encaminó hacia el baño.

Al salir de la habitación... notó un poco diferente el ambiente. Estaba extraño, como si la alegría del día anterior hubiera sido un simple sueño, y ahora todo estuviera triste, melancólico. No quiso darle mucha importancia, por lo que solo se metió al baño.

Dentro, se encontraban unos cuantos niños. 

 —Buenos días —saludó él como estaba acostumbrado, pero, al contrario de muchas otras veces, estos le ignoraron y tan rápido como pudieron, salieron del baño —. ¿Qué mierda...?

Algo definitivamente no estaba bien, y Chuuya estaba empezando a impacientarse. Como sea, eso solo hizo que su humor empeorara, porque una de las cosas que más odiaba, era que le ignoraran. Se lavó la cara, hizo sus necesidades y se dirigió al comedor donde suponía debían de estar todos terminando de desayunar.

Si el ambiente del cuarto al baño se sentía feo, bueno, en el comedor era el triple de peor. Cuando entró, el bullicio de los niños hablando entre ellos, riendo y chocando sus cubiertos, pareció parar, creando un completo silencio en donde algunos le observaban, otros evitaban hacer contacto visual con él, y el resto se salía del lugar. 

—¡¿Alguien me va a decir de qué mierda se trata todo esto?! —y como alguien de mecha corta como lo es él, no pudo evitar más esas miradas y extraño ambiente, y decidió preguntar directamente de una vez por todas.

La mayoría de los niños bajó su mirada al plato, como si eso fuera a salvarlos de la intensidad con la que les observaba Chuuya, hasta que sintió que alguien le agarraba la mano. 

—Chuuya, vayamos a otro lado —se trataba de Atsushi, quien, como los demás, tenía mala cara. 

El enojo del pelirrojo pasó a preocupación en cuestión de segundos al ver la cara del albino; así que le siguió hasta salir del comedor, parando en el pasillo cerca del cuarto principal.

—Atsushi, ¿qué está pasando? ¿Dónde está Dazai? ¿Por qué-

—Dazai... fue adoptado. 

....... ¿Adoptado? Chuuya frunció el ceño. ¿Cómo que adoptado? Eso no podría ser cierto, ¿verdad? ¿Quién adopta a alguien de quince años cuando puede escoger a un tierno niño de seis? Nadie, al menos no durante todos esos años, así que... Se empezó a reír. 

—¡Ja! Claro, buen intento, pero no lo lograron —Chuuya estaba cien por ciento seguro de que se trataba de una broma al ser su segunda mañana con dieciséis, tenía que ser  —. ¡Sal de donde estés escondido, caballa!

Colores CálidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora