4. Los reyes

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Como no me queda de otra, me encamino hacia las puertas dobles de entrada. Al menos el idiota mayor no mintió, porque en la primera puerta a la izquierda hay un cartel de madera donde se puede leer "Dirección"

Toco la puerta y un suave pase se escucha del otro lado.

Al entrara me recibe lo que parece una pequeña sala de espera, con varias puertas y en el centro hay un escrito con un cartelito que dice "secretaria" y una señora de lentes sentada detrás de él escribiendo unas cosas un una computadora.

—Buenos días —saludo con educación al acercarme al escritorio en donde está la secretaria.

—Buenos días —ella deja lo que estaba haciendo para verme— ¿En qué puedo ayudarte?

—Me llamo Abigail Lightown. Soy nueva —explico.

Ella revisa una hoja que me parece es una lista. Cuando encuentra lo que estaba buscando me mira de nuevo y me regala una sonrisa.

—Oh, Abby sí. Bienvenida —habla la secretaria un poco más animada— voy a buscar tus cosas. Mientras espera allí por favor.

Después de que la secretaria desapareciera, detrás de unas de las puertas, voy a sentarme en una de las sillas de la esquina que la señora me señalo. Me siento al lado de una chica con cabello corto y negro, más o menos de mí edad, la cual no me había percatado de que estaba allí.

Ella me regala una sonrisa de boca cerrada y yo se la devuelvo.

—Así que eres nueva —comenta. Aunque parece más una afirmación que una duda— ¿ultimo año?

—Si —respondo y le extiendo la mano— soy Abby.

—Clara. También de ultimo año —señala ella devolviéndome el saludo— ¿tienes quien te de un recorrido?

Bueno, Clara si supieras que lo tenía. Pero se fue a hacer quien sabe que con su amigos.

—No, no tengo —respondo.

—Si quieres yo podría dártelo —se ofrece— Quien sabe, tal vez y tenemos clases en común.

—Aquí tienes, Abigail —nos interrumpe la secretaria quien va saliendo del lugar en el que se había metido— estos son tu horario, numero de casillero y la contraseña.

—Gracias —digo tomando los papeles que me da.

—Siento mucho que la directora no hubiera estado aquí para darte la bienvenida y para poder mostrarte el lugar —explica— pero ella está ahora en una reunión con algunos de los profesores.

—No se preocupe —le calmo haciendo un pequeño movimiento con la mano para restarle importancia.

—Pero, Clara aquí presente puede dártelo —la secretaria le da una miradita a la chica— ¿cierto?

—De hecho ya se lo había ofrecido. Así que no hay problema —explica la mencionada.

—Perfecto. Entonces que tengan un lindo día.

—Igualmente tía Tati —la pelinegra acentúa la última palabra.

La supuesta "tía Tati" le regala una mirada severa. Luego de eso me da una pequeña sonrisa para darse la vuelta e irse de nuevo a su escritorio. Después de soltar una risita, Clara me hace un gesto para que la siga, y salimos de ahí.

— ¿Es tu tía? —pregunto, porqué la curiosidad me gano.

—Sí. Aunque su nombre es Tatiana, no "Tati" —explica— solo que me gusta molestarla.

más que enemigos [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora