más que enemigos [En Proceso]

16. Esto es guerra

Hoy se está cumpliendo un año

¿Un año de qué? Se estarán preguntando.

Pues se cumple un año desde que mi ex me dejo con el único y original -nótese el sarcasmo- "necesito mi espacio" si, ya sé, que estupidez. Pero yo me la creí. Hasta que dos días después de dejarme el muy descarado publico una foto con su nueva novia en instagram, la cual parecía una barbie. Por más que me estruja el orgullo admitirlo, la chica es muy bonita.

Así que no solo triste por la ruptura, sino también porque me mintió y porque de seguro me fue infiel con esa tipa perfecta. Me cree la tradición de que los días de nuestro ex aniversario, el ex cumple mes y el día de nuestra ruptura, me la pasaría comiendo como loca, viendo películas románticas mientras le gritaba a la protagonista que corriera porque ese hombre la va a engañar con una pinche barbie y que el amor es una basura.

Las primeras veces mi mamá trataba de animarme y llevarme a hacer cosas que me distrajeran. Pero al ver que yo no pretendía mejorar, se dio por vencida y solo se limitaba a proporcionarme los potes de helado y la comida, aparte de que fingía no verme mientras yo estaba aplastada en el sofá como caca. Otro que también trato de ayudarme fue Carter, pero poco tiempo después a él también le rompieron el corazón, si, me refiero Ashley, así que se termino uniendo a mí al lado oscuro.

De esta forma lo que comenzó como una manera de lidiar con el dolor, aun cuando esta sea parecer un paracito en formación en la sala de mi casa, se termino convirtiendo en una tradición. Por suerte esos días siempre caen en fin de semanas, por lo tanto no me tengo que preocupar por la escuela.

Desde la mañana he estado viendo películas románticas y comiendo como si el mundo se fuera acabar. Y con mañana me refiero a la 1 pm, que fue la hora en la que me desperté. No estoy orgullosa de eso, pero bueno es domingo, y cumplo un año de ruptura, puedo despertarme cuando se me dé la gana. Cuando veo la hora son las 4 de la tarde, y yo todavía sin bañarme o cambiarme el pijama. Que deprimente.

Pero ¿qué importa? estoy sola en casa, mi mamá se fue hace un rato a hacer no se que con Daine, no hay nadie que me diga que parezco una loca salida de un manicomio.

Justo en la parte en la que el chico le iba a decir a la chica que siempre la había amado y yo ya me estaba preparando para dar mi discurso de por qué el amor es una completa mentira y los hombres no sirven. Suena la puerta de la casa interrumpiendo el momento.

De mala gana me levanto del mueble lleno de comida y cobijas, el cual perfectamente podría confundirse con un nido de pájaro enorme, para abrirle la puerta a quien sea que había interrumpido mi película, y que aparte interrumpía la celebración de mi primer año de ruptura. Creo que eso suena más festivo de lo que en realidad es.

Abro la puerta sin revisar antes quien había tocado. Mala idea, muy mala idea. Porque ahí mismo está parado el idiota mayor. El me da una mirada de arriba abajo sin disimular ni un poquito, y luego pone esa sonrisa burlona que tanto lo caracteriza, y que a mí me saca canas verdes.

—Y yo que pensaba que no te podías poner más fea— dice Lian con un tono burlesco.

No puede evitar ruborizarme ante el comentario. Y es que, bueno, el tiene toda la razón mi aspecto es deplorable. Tengo el cabello en un moño alto todo alborotado, una cara de enferma y unas ojeras tercermundistas. Aparte de eso, mi pijama no es la más adecuada para alguien de mi edad; es de my Little pony, pero es cómoda, linda y aparte me la había dado mi abuela eso le daba más puntos para ser de mis favoritas.

Pero, bueno, él era el que se había aparecido en mi casa. ¿Que esperaba? ¿Qué le abriera la puerta luciendo como estrella de cine? Uno en la casa siempre esta como un vagabundo, sobre todo los fines de semana, y más cuando se cumple un año de ruptura.